Rechazo al rector de la UACH, paro estudiantil en la UAQ y más

El precio de la necedad. Lo que ocurrió en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) es culpa solamente de quienes operaron e insistieron en la elección de Luis Alfonso Rivera Campos como rector de la institución, a sabiendas de las complicaciones legales y políticas que implica esta decisión. La resolución del juez, quien suspendió la toma de protesta de Rivera Campos, por tener un parentesco con la gobernadora María Eugenia Campos Galván, es solamente el colofón de un proceso que se previó muy complejo y enfrentó resistencias por este mismo motivo. El fallo legal obligó, como no lo esperaban las autoridades de la UACH a elegir nuevamente a otro rector interino para que resuelva el entuerto en el que se metieron ellos mismos. Rivera Campos y el grupo que lo impulsó, dentro y fuera de la institución, no se imaginaron que se complicaría más de la cuenta y ahora vendrán más días de inestabilidad para esta universidad.
Demasiado movimiento. Y es que, desde finales de 2021, la UACH ha arrastrado una serie de conflictos que se enrarecieron con el cambio de autoridades estatales y la renuncia, en noviembre de aquel año del entonces rector Luis Alberto Fierro Ramírez. Después vino un interinato de Jesús Villalobos Jión, quien estuvo muy al pendiente del proceso sucesorio que resultó fallido. Ahora, Heliodoro Araiza Reyes asume la rectoría de manera interino convirtiéndose en el tercer rector de la UACH en menos de un año. Algunos piensan todavía que se resolverá satisfactoriamente el problema, y después de un acuerdo o negociación con el poder judicial de aquel estado, Rivera Campos sí podrá tomar protesta. Mientras se resuelve, el interinato de Araiza Reyes queda en vilo y sin el respaldo que debiera otorgarle la comunidad universitaria. Parece que en la UACH habrá mucha tela de dónde cortar en los días por venir.
Complicado escenario. Donde también se perciben visos innecesarios de conflicto es en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), donde un paro estudiantil se ha prolongado más de la cuenta y ha puesto en situación incómoda a la rectora Teresa García Gasca. Aunque las autoridades han mostrado disposición a resolver las demandas estudiantiles, las actividades no se han podido reanudar. Muchas son las versiones que giran en torno a este asunto. Pero el llamado que hace la rectora a no utilizar este episodio con fines políticos debiera ser el punto de partida para solventar, cuanto antes, este movimiento. Por lo pronto, se espera una reunión con las autoridades del estado, lo que podría abrir camino para una solución mucho más rápida. El problema es que, al interior de la UAQ, como ocurre en la mayoría de las instituciones de educación superior del país, se ha dejado crecer a ciertos grupos radicales que siempre ven en estas oportunidades el mejor camino para perpetrarse como factores de inestabilidad, a veces solapados por las propias autoridades universitarias.
Por buen camino. Contrario a este escenario incierto, en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) iniciaron, el pasado lunes, los Foros de Consulta para Nombramiento de Rector o Rectora 2023-2027, los cuales fueron convocados por la Junta de Gobierno. Mañana concluye este ejercicio de participación e inclusión que buscan acercar a la comunidad al proceso del que saldrá el próximo rector. Los foros, de los que ya se han llevado a cabo dos de tres, se transmitieron en vivo en las redes sociales y los medios de comunicación de la UABC. Así que, hasta el momento, el proceso marcha sin complicaciones y seguramente, gracias a estas ponencias, se tomará mejor decisión para la universidad. Quien asuma el cargo para el periodo 2023-2027 recibirá una institución que trabaja de manera conjunta en beneficio de los miles de jóvenes que se forman en sus aulas.
Propuesta sin eco. Por cierto, no se ha retomado ni se ha secundado la propuesta hecha, en días pasados por el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Jesús Madueña Molina, quien durante la Quinta Sesión Ordinaria del Consejo Nacional para la Coordinación de la Educación Superior (CONACES), y ante las propias autoridades de la Secretaria de Educación Pública (SEP), planteó que en el convenio de apoyo financiero del próximo año se contemple que el 10 por ciento del presupuesto que reciben las instituciones públicas de educación superior se destine al pago de activos. Sería, sin duda, un apoyo que beneficiaría mucho a las instituciones de educación superior, pero hasta el momento no hay quien la haga suya ni le dé el seguimiento que requiere. Veremos si insiste la propia UAS, respaldada por otras universidades, con este tema financiero de gran importancia.
Línea en la UADY. Aunque son cuatro los candidatos que aspiran a la rectoría de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Carlos Alberto Estrada Pinto, Director General de Desarrollo Académico de la institución va tomando fuerza al interior y ha comenzado a tejer alianzas en el Consejo Universitario. Para muchos es el hombre de confianza del actual rector José de Jesús Williams, así que ya comenzó a girar la ruleta hacia este personaje. Aun así, los otros tres no piensan quitar el dedo del renglón y van a jugar hasta dónde lo permita la legislación universitaria. A menos que en el camino algunos de ellos declinen y se vayan alineando a lo que puede ser un candidato único.
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