El Colegio Nacional, en colaboración con el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, ofreció la conferencia En la búsqueda del saber: ciencia, innovación y tecnología / Universidades e instituciones de educación, impartida por el colegiado Jaime Urrutia Fucugauchi, como parte de las actividades de vinculación académica que la institución realiza en el país
- Sin capacidad de crear conocimiento científico por sí misma, la población sólo puede beneficiarse de dicho conocimiento o bien resultar afectada por él; hay países que tienen esa capacidad y otros, la mayoría, simplemente no la tienen, aseveró el 3 de agosto, Jaime Urrutia, integrante de El Colegio Nacional
- Teresa Vicencio Álvarez, secretaria administrativa de El Colegio Nacional, afirmó que a más de 75 años de su fundación, la institución mantiene firme el compromiso por llevar sus actividades a todo el territorio nacional.
Como parte de las actividades de vinculación académica que El Colegio Nacional realiza en el país, la mañana de este lunes 3 de agosto tuvo lugar la conferencia magistral: En la búsqueda del saber: ciencia, innovación y tecnología / Universidades e instituciones de educación a cargo Jaime Urrutia Fucugauchi, integrante de esta institución.
Con esta conferencia se inauguraron formalmente las actividades académicas del ciclo escolar 2020-2021 del Instituto de Ciencias Sociales y Administración (ICSA) de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, (UACJ), en Chihuahua.
En la ceremonia participaron el doctor Juan Ignacio Camargo Nassar, Rector de la UACJ; el doctor Alonso Morales Muñoz, director del ICSA, y la licenciada Teresa Vicencio Álvarez, secretaria administrativa de El Colegio Nacional.
El Rector de la UACJ reconoció el papel de El Colegio Nacional en la difusión del conocimiento y agradeció la conferencia del doctor Urrutia, a quien mencionó como uno de los más distinguidos científicos mexicanos originarios de Chihuahua en el presente. Por su parte, Teresa Vicencio Álvarez recordó que, a más de 75 años de su fundación, El Colegio Nacional mantiene firme el compromiso por llevar sus actividades a todo el territorio nacional.
Jaime Urrutia Fucugauchi ingresó a El Colegio Nacional en 2014 y se ha destacado internacionalmente por sus estudios interdisciplinarios sobre el Sistema Tierra, incluyendo enfoques de paleomagnetismo, tectónica, exploración geofísica, paleo climas y procesos de impacto. Fue galardonado en 2007 con el Premio Universidad Nacional, con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2009 y con el International Award de la American Geophysical Union en 2013.
La conferencia realizada esta mañana se destinó a responder grandes cuestiones como: cuál es el papel de la ciencia en las universidades e instituciones de educación superior; cuáles son los retos para incorporar a la investigación dentro de los ejes fundamentales del panorama universitario nacional y cuál es el impacto del conocimiento y la investigación científica en el desarrollo del país.
“Ciencia, innovación y tecnología son los elementos de transformación de las sociedades modernas, y estas transformaciones se dan cada vez de manera más acelerada y en periodos de tiempo más cortos”, afirmó el integrante de El Colegio Nacional.
Siendo la científica una actividad global, construida a lo largo de generaciones, el panorama científico es por lo tanto expresión de las condiciones del planeta en materia de desigualdad en el desarrollo, desequilibrio entre las naciones más avanzadas en términos científicos y de aquellas –la gran mayoría– que se encuentran marginadas de esta actividad humana fundamental, y con acceso desigual a sus beneficios, aseguró.
“80 por ciento de la población humana del planeta no tiene capacidad de crear conocimiento científico por sí misma, sólo puede beneficiarse de dicho conocimiento o bien resultar afectado por él. Hay países que tienen capacidad de crear conocimiento y otros, la mayoría, simplemente no la tienen”, comentó Urrutia Fucugauchi.
Señaló que la ciencia es el elemento de transformación de las sociedades, y que hemos pasado históricamente de las economías de mercado libre a las economías basadas en el conocimiento y controladas por los avances científicos, la innovación y la tecnología, lo que ha ensanchado la brecha de inequidad entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
El futuro no parece lucir promisorio, comentó, si tomamos en cuenta que, científica y tecnológicamente, las naciones industrializadas se alejan cada vez más de los países en desarrollo, y que tienen capacidad para preparar en sus universidades y sistemas educativos nacionales a las nuevas generaciones de científicos del planeta.
Para ello presentó los indicadores del índice global de innovación, en lo que se aprecia el nivel científico de los países en relación al porcentaje de su producto interno bruto (PIB) aplicado a la ciencia, y en la que México figura en una posición muy distante de las naciones que encabezan esta lista.
Mencionó que en la actualidad ocho países en el planeta, con Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón a la cabeza, producen el 85 por ciento de la investigación científica de punta, mientras que otros 163 países, entre ellos México, contribuyen tan sólo con el 2.5 por ciento de los aportes científicos globales.
Entre los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México figura en el último lugar en materia de porcentaje de inversión en ciencia y tecnología en proporción con su PIB, y en el penúltimo lugar en el registro mundial de patentes. “Esto resulta una contradicción si consideramos que hasta el año 2013 México era considerado como la décima economía del planeta”, mencionó.
En la búsqueda del saber, en la manera en que podemos revertir los grandes desequilibrios globales en materia de producción científica de conocimiento, las universidades mexicanas tienen un papel fundamental a jugar en los próximos años. “Ciencia, innovación y tecnología fundamentan y sustentan a las universidades e instituciones de educación superior”.
Necesitamos una sociedad educada, un gran empuje de la educación en ciencias e ingenierías, una nueva alianza entre la academia, el sector privado, la sociedad y el gobierno, una inversión colosal en las ciencias de la tecnología de la información, mayor colaboración internacional, una visión regional dentro del país para su desarrollo científico, y todo ello con una mayor planeación estratégica a largo plazo, mayor desarrollo tecnológico, y con capacidad para atraer y retener el talento científico nacional, concluyó.
