Realizado en Valencia, España, con la presencia de autoridades educativas internacionales, en el encuentro se abordaron temas de actualidad como la pospandemia y la inteligencia artificial

Muy importante ha sido este Encuentro verificado en Valencia los pasados días 8, 9 y 10. Allí se reunieron 700 autoridades de instituciones de educación superior (IES) de Iberoamérica, las cuales pertenecen a 14 países e integran una matrícula de 700 millones de estudiantes. Organizado por Universia, el brazo educativo del Banco Santander, el Encuentro fue presidido por la rectora de la Universidad de Valencia y el rector de nuestra UNAM. La inauguración fue de manteles largos. Allí estuvieron el presidente del gobierno español, el de la Comunidad Valenciana, Ana Botín (la cabeza del Banco) y varias figuras del mundo académico y de la innovación como: Tim Berners-Lee, el creador de World Wide Web (quien la donó a la humanidad), Larry Summers (expresidente de la Universidad de Harvard) y Pilar Manchón, responsable de inteligencia artificial en Google. Este Quinto Encuentro sirvió también para conmemorar el aniversario de la primera reunión de este tipo, verificada en Sevilla en 1983.
Con un tema general titulado “El Futuro de la Educación Superior”, el Encuentro dividió sus trabajos en tres temas específicos: la formación a lo largo de la vida, el impulso al emprendimiento y la innovación, las redes e interconexión entre universidades. En los tres fue reiterado el conjunto de problemas que confronta la universidad iberoamericana en el momento actual: la transformación digital, la desigualdad social, el cambio climático, la igualdad de género, el desarrollo sostenible, el envejecimiento de la población… y algunos más.
La parte mexicana tuvo una amplia representación. Dentro de ella deben resaltarse tres participaciones: a) la de Enrique Graue (UNAM), quien ante ese cúmulo de problemas expresó que “nada la conviene más a la humanidad que el impulso de la ciencia y el conocimiento… (por ello) cuando la universidad avanza, la sociedad progresa”; b) Luis González Placencia (AAnuies) indicó que ante la situación actual en el contexto universitario lo primordial es que las IES consideren los tiempos que se viven, “que ha habido un cambio en la manera en que se adquiere el conocimiento, los métodos de enseñanza deben acercarlas a los sectores más amplios y hacerlas más inclusivas”; c) por su parte, David Garza (rector del Tecnológico de Monterrey) enfatizó la necesidad de “inculcar un espíritu emprendedor en los jóvenes”. Para ello es indispensable la formación en ese tipo de habilidades y competencias, involucrando a los alumnos y profesores en experiencias prácticas y resolución de retos reales. Todo ello implica integrar un ecosistema emprendedor que acompañe ese esfuerzo (incubadoras, vinculación internacional, socios formadores).
Como en los cuatro Encuentros anteriores, el de Valencia concluyó con una Declaración, titulada: “Sobre Universidad y Sociedad”. Allí se fijaron siete compromisos a desarrollar en las IES que comparecieron. Entre ellos: a) extender la oferta de aprendizaje a las distintas etapas a lo largo de la vida; b) cultivar en los estudiantes competencias innovadoras y emprendedoras; c) integrar los desafíos globales y locales en las agendas de investigación de las IES; d) facilitar la movilidad en estudiantes y académicos; e) incrementar la colaboración con otras IES, gobiernos, industria y sociedad en general.
Comentario: En todo el mundo, pero referido específicamente a México, la educación superior tuvo un trastorno enorme con la pandemia. Es ahora el momento de identificar las lecciones que dejó en cada establecimiento: las positivas y las negativas. Y, a partir de ello, emprender nuevos vuelos institucionales. Uno de estos, marcado por el Dr. Graue: “Aunque la pandemia catalizó la integración de las nuevas tecnologías a los procesos de enseñanza-aprendizaje . . . la educación presencial sigue siendo una herramienta única y enriquecedora para el crecimiento personal y académico; y ambos modelos demandan superar dificultades presupuestarias, materiales y de conocimientos especializados” (Gaceta UNAM)
Otra lección se refiere a la necesidad de que el llamado aprendizaje a lo largo de la vida (lo que se conoce como “educación continua” desde hace tres décadas) tenga un mayor impulso. Ante el cada vez más vertiginoso avance de la ciencia y la tecnología (casi un lugar común), los profesionistas deben actualizarse periódicamente. Como lo resaltó el Dr. González Placencia: “el desafío es concebir los nuevos procesos de aprendizaje como la necesidad de preparar profesionistas con cursos de educación continua… para adecuarse a los cambios que se van dando en el mundo productivo, así como desarrollar estrategias y programas que les permitan adquirir los conocimientos que refuercen y actualicen sus actividades”.
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