Destacan la labor de Saúl Alcántara Onofre como arquitecto paisajista, restaurador de sitios históricos e impulsor de la salvaguarda cultural de México

El doctor Saúl Alcántara Onofre, investigador de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), recibió del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos (CAM-SAM) el Premio Carlos Chanfón Olmos: Rescate y Conservación del Patrimonio Arquitectónico, por su destacada labor como arquitecto paisajista, restaurador de monumentos y sitios históricos e impulsor de la salvaguarda cultural de México.
Durante el 10° Congreso Internacional CAM-SAM 2023 en el que se confirieron galardones a las obras más relevantes por su análisis, crítica y reflexión acerca de la arquitectura contemporánea mexicana, el doctor Alcántara Onofre celebró, junto a los más prominentes profesionistas del ramo, esta retribución a su vasta trayectoria que le ha valido diversos premios como la Medalla al Mérito en Artes, otorgado por el Congreso de la Ciudad de México y su nombramiento como Presidente del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos ICOMOS de la Unesco.
“Siempre será un honor merecer el reconocimiento de instituciones, universidades y de la sociedad en general, pero recibir el aplauso y la distinción de los colegas y pares, quedará por siempre guardado en mi memoria como un evento señero”, dijo el profesor del Departamento de Medio Ambiente y Coordinador del Posgrado en Diseño, Planificación y Conservación de Paisajes y Jardines de la UAM.
Su labor de docencia e investigación por más de 35 años, le ha concedido trasladar su filosofía de recuperación y puesta en valor del patrimonio cultural y natural a diversos campos de la arquitectura paisajista, en favor de la conservación y restauración de ahuehuetes con más de 800 años de historia, fresnos de 250 años o helechos arborescentes con 400 años de vida, los cuales ahora forman parte de una herencia cultural e histórica, cuyo valor cosmogónico y sagrado de una espectacularidad natural les permite ser vistos como monumentos.
Sin duda uno de los logros más destacados de Alcántara Onofre ha sido la fundación del Posgrado en Diseño, Planificación y Conservación de Paisajes y Jardines, quien junto al doctor Segismundo Engelking Keeling, pudo romper en 1994 el paradigma de analizar la arquitectura por épocas para darle un valor intrínseco a los materiales y sistemas constructivos, lo que admitía no sólo estudiar los edificios históricos para su conservación, sino también su relación con la historia, el entorno y el medio ambiente que lo rodea.
Esta visión sentó las bases para la paulatina estimación del patrimonio natural que habría de devolverle el valor a los paisajes, jardines históricos y vegetaciones nativas como verdaderos monumentos históricos, pues hasta entonces dentro de esa categoría sólo cabían las catedrales y los palacios.
La vanguardia de este posgrado ha sido tal que ha conseguido 98.7 por ciento de eficiencia terminal en los alumnos, quienes además han participado en la conservación y restauración científica del Jardín del Pérgolas del Museo Nacional de Historia, así como del Alcázar del Chapultepec y el Cerro del Chapulín.
Para el plan de restauración del Archivo General de la Nación, la investigación permitió reproducir e incorporar todas las plantas y árboles sagrados de épocas previas a La Conquista, con el fin de acentuar su carácter de archivo histórico y llevarlo no sólo a los documentos que ahí se resguardan, sino a cada uno de sus rincones, incluidos los jardines y ambientes naturales.
Desde el punto de vista de la salvaguarda y el patrimonio natural, la labor de los árboles es cada vez más importante, sobre todo cuando gobernadores y funcionarios continúan talándolos bajo la premisa de que destruyen las banquetas y muros, generan basura y requieren mantenimiento constante, pero se olvidan de que ayudan a regular la temperatura, producen oxígeno, retienen polvos y son filtros de agua, sin mencionar que forman parte vital de los paisajes.
El pódium de premiación estuvo conformado por el Presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México, Rodolfo Sánchez Zaragoza; la Coordinadora del Mérito Profesional, Elodia Gómez Maqueo Rojas; la Vicepresidenta de Asuntos Gremiales y Superación Profesional de CAMSAM Adriana Valdés Krieg, y el fundador de la firma TEN Arquitectos, Enrique Norten Rosenfeld.
Mientras que el jurado fue conformado por los arquitectos Sánchez Zaragoza, Valdés Krieg, Dinorah Franco Flores y María Teresa Ortiz Fernández de Lara, y los maestros Gómez Maqueo Rojas, José Gerardo Márquez Garza, Jorge Vázquez del Mercado, José Luis Delgado y José Luis Gutiérrez Brezmes.
Nallely Sánchez Rivas
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