El desarrollo de la ciencia en México representa un gran reto, debido a su complejidad y a la competencia que se enfrenta en el entorno regional, nacional e internacional.
Bajo ese esquema, el sector científico enfrenta tanto desafíos como oportunidades que pasan también por un mejor desarrollo tecnológico.
Entre los grandes desafíos que aparecen, se encuentra el de los recursos destinados a la ciencia, la tecnología y la innovación.
Así lo plantea Margarita Tecpoyotl Torres, profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de Morelos (UAEMor).
En entrevista con Campus, sostiene que este financiamiento, “además de ser relativamente bajo, no es equitativo, lo que se refleja en la disparidad de la infraestructura, así como en el acceso a la información con la que cuentan las Instituciones de Educación Superior (IES) y los Centros de Investigación (CIs). Este recurso no ha logrado alcanzar el 1 por ciento del PIB, manteniéndose por debajo del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el cual es de 2.4 por ciento, mientras que por ejemplo Corea del Sur invierte 4.8 por ciento.
Por otro lado, la oferta de programas de estudios de menor duración, los problemas económicos que enfrentan muchos aspirantes a ingresar a nuestras universidades, así como las deficiencias académicas que se arrastran, entre otras razones, hacen que las matrículas en las IES tiendan a disminuir, lo que también impacta en el trabajo científico que se lleva a cabo en estos sitios, pues a menor matrícula, menor apoyo económico, así como un menor enriquecimiento en el proceso de ideación y desarrollo de las propuestas.
La baja atractividad de las áreas STEM (siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son un factor adicional, ya que reduce el número de nuevos científicos. Mientras que la motivación se disminuye también cuando los egresados de programas doctorales no encuentran plazas suficientes en las IES o CIs, o bien, en la industria, donde, en caso de colocarse, en su mayoría obtienen sueldos menores a los esperados por su nivel de especialización, lo que a su vez puede originar la fuga de cerebros, entre otras alternativas poco deseables.
Con relación a las oportunidades identificadas, se encuentran:
Nuestro país cuenta con una masa crítica de investigadoras e investigadores capaces y talentosos, con experiencia en diversas ramas de la ciencia y la tecnología, que pueden colaborar para generar y concretar soluciones a problemáticas complejas, mediante la suma de conocimientos, habilidades e infraestructura disponible.
Incrementar la colaboración con la industria puede orientar y fortalecer tanto a la investigación como a la formación de recursos humanos, además de favorecer a la Transferencia de la Tecnología (TT), al consecuente recurso que podría retornar a las IES y al impacto de la investigación en el bienestar social y, posiblemente, ambiental. Cabe señalar que si bien, la industria innovadora en México aún es incipiente, puede ser motivada a crecer y fortalecerse mediante su interacción con las IES.
En la comunidad científica se cultivan líneas de generación y aplicación del conocimiento que abordan megatendencias actuales, lo que incrementa su posibilidad de impacto social y económico, entre las que se encuentran la inteligencia artificial, la computación cuántica, las ciudades inteligentes, las energías renovables, la salud, la agricultura sostenible, etc., sin olvidar que para su avance requieren del desarrollo de la física, del diseño de sensores y actuadores, sistemas electrónicos y circuitos integrados, así como de desarrollos realizados en otras ramas de la ciencia y la tecnología.
El sistema meritocrático en el que se desenvuelve la investigación ha otorgado relevancia a la divulgación científica, lo que, aunado al incremento en el uso de medios digitales, ha movilizado la participación científica e incrementado el interés público por la investigación que se realiza.
Sobre las condiciones de trabajo científico, es necesario que se desenvuelva en un entorno de motivación, certidumbre y seguridad, con sistemas de evaluación flexibles, de acuerdo con las áreas de investigación. Si bien ha habido una evolución, las métricas en general, se aplican de manera similar en sectores de la ciencia que son muy selectivos y con poblaciones menores, mientras que hay otros que son prácticamente masivos.
¿Cuáles considera que son los principales retos del sistema científico en el país?
En principio, contar con recursos externos e internos que permitan fortalecer a la infraestructura y su mantenimiento, contar con apoyo técnico especializado, entre otros aspectos necesarios para el desarrollo de proyectos, tesis, y otras actividades, tales como difusión de los resultados y estancias o movilidad en general, que favorecen la colaboración y enriquecen a los productos generados. Cabe señalar que, los fondos internos no son comunes en muchas IES y que, en general, hay mayores carencias en aquellas ubicadas en regiones apartadas. El otorgamiento de mayores recursos apoyaría a incrementar los resultados, así como el número y la calidad de las publicaciones científicas, los cuales son indicadores importantes de la productividad.
Si bien, el acceso de las mujeres a la educación superior se ha impulsado, en las áreas STEM sigue observándose una baja participación. Por ejemplo, considerando a mis tesistas titulados, el porcentaje de mujeres es del 20 por ciento, mientras que, en clases, en algunos grupos sólo hay varones. El número de investigadoras también es reducido, en mi centro de trabajo y sólo en mi área, el porcentaje es del 6 por ciento. Incrementar la difusión, no sólo atraería a más estudiantes, sino que acercaría más al sector científico con la población, incrementando su pertinencia y apoyo mutuo.
Por otro lado, es deseable que más científicos, en particular los de orientación tecnológica, puedan animarse a probar sus desarrollos fuera de laboratorio, con usuarios potenciales, y de obtener retroalimentación positiva, impulsen la vinculación con las empresas o inversionistas que puedan financiarlos o colaborar para comercializar sus productos. Esta aceptación se reforzaría si desde el inicio de la investigación se explora, junto con expertos en diversas áreas de negocios, a las necesidades o aspiraciones insatisfechas de algún segmento y se diseñan soluciones con potencial para convertirse en innovaciones. Esto a su vez, requiere de entornos legales que favorezcan la interacción y la TT, y fomentaría que no solamente se desarrollen patentes para conformar un catálogo, o que de llegar a mercado no logren impactar en gran medida, sino que pudiera aspirarse a que algunas de nuestras IES, como sucede en algunas universidades del extranjero llegaran a contar con un portafolio de innovaciones de alto impacto.
Convertirse en emprendedores también es una posibilidad para los egresados de nuestros programas de posgrado, en este caso, como una alternativa ante las limitadas fuentes de empleo que requieren un alto nivel de sofisticación. La cultura del emprendimiento y la innovación aún no es generalizada, pero sí necesaria. Hay casos de éxito que han mostrado que con esfuerzo, dedicación y resiliencia puede lograrse, como lo han hecho los empresarios de la UNAM, establecidos en el Campus Morelos, quienes suman ya 25 empresas en su club Innovación con ciencia (https://innovacioncc.github.io/), conformando una comunidad que como parte de su misión busca impactar positivamente en la formación de los recursos humanos también en estos temas. Agradezco que me consideren como parte de este club.
También es necesario contar con fuentes de financiamiento públicas y privadas para el desarrollo de productos de la investigación encaminados a su comercialización o como bases para el emprendimiento científico en diversas áreas de las ciencia, ya que, si bien ya se cuenta en América Latina con company builders, technology business accelerators, venture capital, y private equity, entre otras fuentes, y en algunas IES se tienen capitales semilla e incubadoras, es necesario incrementar su número y cobertura, para apoyar a las múltiples ideas y desarrollos de amplio potencial que no han logrado visibilidad y soporte. Además, pueden crearse nuevas fuentes, tales como programas de TT y centros de desarrollo de pequeñas empresas, programas de apoyo para empresarias, plataformas de vinculación y divulgación, centros de exhibición o tiendas universitarias donde se aprecien los desarrollos realizados por su comunidad, entre otras iniciativas que han sido validadas en otros países.
¿Cuáles son los problemas o factores que impiden un mejor desarrollo de la educación superior?
El interés en las áreas STEM por parte del estudiantado ha sido bajo, debido a que se perciben por la mayoría de las y los aspirantes a ingresar a las IES como complejas y poco atractivas. Además, en la educación pública, la tendencia observada es que muchos aspirantes buscan en paralelo el ingreso a universidades más reconocidas y con mayores recursos, lo que desprotege a las instituciones pequeñas, con infraestructura limitada, con bajos presupuestos para su operatividad, o bien, ubicadas en regiones alejadas a las grandes urbes. La pertinencia y actualización de las plantas docentes o de investigación, así como de los planes de estudios conforman factores determinantes en su toma de decisión, formación y futura empleabilidad o continuidad de estudios de posgrado. Por otro lado, el financiamiento también incide en la movilidad y la productividad científica, siendo esta última otro factor de atracción, no sólo por parte del sector educativo, sino también empresarial.
Además, las alianzas entre sectores educativos y empresariales pueden generar amplios beneficios. La colaboración entre los sectores educativos, al compartir objetivos y propósitos similares, puede ser una estrategia de fortalecimiento, bajo un enfoque ganar-ganar. Afortunadamente, en el estado de Morelos se trabaja en ello, mientras que diversas dependencias y organismos trabajan arduamente en la concientización y el apoyo para lograr una educación inclusiva y la creación de espacios seguros.
Por otro lado, el acceso a la educación también depende de los recursos económicos familiares, y, muchas veces, las y los aspirantes son encaminados a la vida laboral para apoyar a su economía o bien, si logran ingresar, las deserciones posteriores, también son comunes y de tasas elevadas, alcanzando en algunos sitios hasta el 50 por ciento. Pueden influir también el rezago académico, la orientación vocacional, el acompañamiento académico/tutoría, la motivación y la integración. Además, el incremento en la digitalización también ha traído consigo que cambien los intereses de nuestras juventudes, haciendo que algunas personas conciban escenarios de desarrollo diferentes a los académicos de largo plazo.
¿Deben las instituciones de educación superior del país tomar una actitud o postura más decidida para afrontar los rezagos del sector?
La educación es uno de los sectores de mayor interés en los países, ya que es en las IES y CIs, donde se forman profesionistas de alto nivel, que serán los recursos humanos que lleven hacia el futuro a las empresas en las que se inserten, a otras IES, o bien, a las empresas que logren crear, preferentemente de base tecnológica, por el alto impacto que pueden lograr. Por lo que, sí, es necesaria una actitud decidida y proactiva, ante el gran reto que implica ser los formadores, ser el alma mater de la riqueza humana científica y tecnológica del país. Por lo que, es ampliamente deseable actuar con prospectiva, fomentando el liderazgo y la colaboración en los terrenos académico, científico, tecnológico e innovación.
Para que los egresados tengan en su radar a la innovación y el emprendimiento es necesario fortalecer la cultura en estas áreas, mostrando la oportunidad que representan en los actuales escenarios de desarrollo. Lo que conlleva además a la necesidad de crear incubadoras y capitales semilla que apoyen a las nacientes iniciativas, entre otras estrategias para incrementar su nivel de madurez tecnológica.
El número de profesionistas formados en ingeniería es uno de los indicadores que conforman al Índice Global de Innovación. Estos profesionistas pueden reducir las brechas tecnológicas e impulsar el crecimiento económico. Por lo que, su ámbito de formación debe ser acorde, contando con infraestructura, programas de estudios pertinentes y actualizados, con una sólida conexión con futuros empleadores y sectores gubernamentales, para lograr satisfacer sus expectativas. Esta interacción puede fortalecer el interés por la TT y la orientación de la investigación. La interacción con la sociedad también es relevante ya que todos los actores involucrados son determinantes en el logro de los objetivos comunes.
Cabe señalar que, el papel de nuestras IES en la co-creación de políticas públicas enfocadas en educación e investigación, junto con los sectores gubernamentales, es fundamental para lograr una mayor congruencia en su emisión, aceptación e impacto.
Durante la pandemia por covid-19 se hizo patente la necesidad de explorar, adoptar y/o adaptar nuevas modalidades de educación. La cobertura, los requerimientos y las necesidades de actualización siguen creciendo ante el entorno globalizado en el que se desenvuelven la investigación y la educación.
La vigilancia tecnológica, la inteligencia competitiva, y, en general, la planeación estratégica, son actividades necesarias hoy día también para nuestras IES, siendo que anteriormente sólo se consideraban como prioritarias por los sectores empresariales. El seguimiento y evaluación de las actividades y procesos, así como el planteamiento de estrategias, metodologías y cumplimiento de normas son necesarios para su mejora y agilidad, así como para el incremento en su competitividad.
La divulgación científica es fundamental no sólo para dar a conocer los resultados de la investigación, visibilizando su posible impacto en el bienestar social, sino también para incrementar el interés por la ciencia y la tecnología. El uso de medios digitales y redes sociales puede exponenciar el alcance, por lo que está siendo ampliamente explorado. Es necesario remarcar que, la participación de las y los investigadores es fundamental, pues son ellos quienes pueden transmitir con la misma pasión con la que desarrollan su trabajo, tanto su enfoque, como su potencial.
Por otro lado, la vinculación y la colaboración son esenciales para hacer frente a los retos económicos que enfrentan no solamente las IES públicas, sino también las privadas, por lo que es deseable integrar redes que permitan hacerles frente, compartiendo además experiencias y buenasvoces de prácticas. La diversificación de las fuentes de ingreso, el incremento de los recursos autogenerados y fomentar la TT, son algunas estrategias necesarias para su fortalecimiento financiero.
En resumen, México cuenta con estudiantes, profesores e investigadores talentosos y con especialización en diversas áreas, que pueden contribuir a la generación de soluciones potencialmente innovadoras, que den respuesta a problemáticas complejas con creatividad, trabajo colaborativo y multidisciplinario, con apoyo institucional, empresarial, social, y gubernamental, así como fuentes de financiamiento públicas y privadas, entre otros sectores. Esto es, desenvolviéndose en un ecosistema de la innovación propicio para hacer frente a los muchos retos que deben afrontarse en el desarrollo de la ciencia y la tecnología de vanguardia.
Trayectoria
Doctora en Electrónica por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, INAOE, (México). Ha colaborado como corresponsable en la elaboración de los programas de Posgrado en Ingeniería y Ciencias Aplicadas, y como responsable de la elaboración de los Programas Educativos: Licenciatura en Tecnología con Áreas Terminales en Física Aplicada y Electrónica, así como Especialidad y Maestría en Comercialización de Conocimientos Innovadores. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1999. Ha publicado diversos artículos de investigación y divulgación, así como capítulos en libro, en áreas como: diseño de MEMS, antenas y gestión de la innovación. Cuenta con 6 patentes otorgadas por el IMPI, 9 certificados de derechos de autor y 2 marcas registradas.
Es editora académica del Asian Journal of Environment & Ecology. Miembro del Topic Editorial Board of Micromachines Journal y editora invitada de la edición especial “Novel devices and advances in MEMS fabrication processes” de Micromachines Journal.
