Se ha escrito tanto sobre las consecuencias que ha traído la pandemia que parece ya un lugar común. En Campus, sin duda, hemos dedicado muchas páginas a ello. Pero somos un espacio dedicado a repensar y cuestionar el escenario educativo del país.
Es seguro decir que la educación ha cambiado para siempre. Las instituciones del país y el mundo han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias y los alumnos, académicos y profesores, han sido parte central de ello. Las formas de aprendizaje, evaluación y socialización tuvieron una sacudida monumental. Se trata de un modelo que llegó para quedarse.
¿Está México listo para entrar de lleno a la era digital? ¿La infraestructura actual de las universidades es capaz de sostener este cambio? ¿Cómo se modifican las formas de aprendizaje con el modelo a distancia? ¿Debemos redefinir el concepto de Universidad?
En 900 ediciones de este suplemento, hemos intentando acercarnos a esa verdad. Más que nunca, el panorama parece incierto y complejo. Pero las voces aquí compiladas hablan desde la perspectiva que dan las instituciones de educación superior y el conocimiento ahí concebido. Los colaboradores de Campus son, sin temor a decirlo, algunos de los actores más importantes de la educación del país. Por ello era importante esta edición, no sólo para conmemorar la historia de este esfuerzo, sino para compilar su visión en un documento para nuestros tiempos.
La crisis sanitaria aceleró procesos que eran necesarios para todos. Ahora, con los retos de la gratuidad y la obligatoriedad, se avecinan cambios y retos inimaginables. ¿Está listo el país para ello? ¿Pueden la ciencia, la investigación y la docencia preserverar frente a este panorama?
Esta edición 900 busca esclarecer esas dudas y plantear un panorama a futuro, además de recordar y rememorar a las figuras que han pasado por estas páginas, en particular de su fundador, Jorge Medina Viedas, cuyo ejemplo intentamos emular todos los días.
Esperemos que aquí encuentren una ruta del México que reside en las universidades y en las aulas. Ésa ha sido siempre la labor de Campus y continuará siendo mientras nos queden vida y tinta.
“Se trata de un modelo que llegó para quedarse” esta aseveración requiere un análisis profundo. por un lado hablar de un modelo, ¿Cuál modelo? si el aplicado durante la pandemia no tiene nada de importante sino solo fue una sustitución del tradicional apoyado por una cámara y un receptor. Un modelo de educación a distancia o virtual ya existía y existe, solo que es educación superior diseñada para esa aplicación desde la universidad abierta y a distancia del Reino Unido de los 70. Reino Unido puso en marcha The Open University en 1969, de la que surgió en 1999 la OpenLearn y más adelante la Open2.net. Aquí en México está la UNAD de la SEP y otras, Telesecundaria y Telebachillerato. El asunto es que sería un movimiento social más que educativo con repercusiones socioculturales profundas, sin contar con lo económico-político. Entonces parecer muy innovador con eso del modelo que llegó para quedarse no lo es tanto, sino enfrentar al secuestro de la educación en general por las huestes sindicales y darle el verdadero sentido de estrategia sociopolítica y económica a los diferentes niveles y diversidades es lo principal. Implica refundar la educación desde la base. Es necesario reestructurar fisica y espiritualmente a la función educativa.