Deslegitimar el esfuerzo. Como lo dijimos aquí hace un par de semanas, el ejercicio impulsado por el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Jesús Madueña Molina, para implementar una reestructuración financiera, era una consulta que se abrió a la comunidad y se manejó con total transparencia. Y, aun así, algunas voces intentan demeritar el asunto. Las opiniones vertidas por el diputado Sergio Torres Félix, coordinador de Movimiento Ciudadano en el Congreso local, van en el sentido de desestimar la consulta universitaria que se realizó hace unos días. El ajuste en sueldos y prestaciones que afirma se hará sin distinción en la UAS, es uno más de los señalamientos infundados que no han dejado que la universidad de ese estado termine por despegar después de meses de una crisis política que mucho dañó a esta casa de estudios.
Una muestra solamente. Y es que muchos piensan que estas medidas de reingeniería son innecesarias, o cuando menos pueden aguantar unos años más. Pero lo cierto es que son las propias instituciones de educación superior las que saben hasta dónde tienen margen de maniobra. Basta ver lo que hace unos días advirtió el rector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), Octavio Pimentel Martínez, quien apuntó que el monto de aproximadamente 80 millones de pesos contemplado en el Paquete Económico Federal para 2026 para el pago de pensiones de la institución es insuficiente. Y adelantó que la universidad tendrá que realizar ajustes y acomodos para cumplir con la obligación que mantiene con sus trabajadores jubilados. Por eso, algunas, como la UAS, buscan salidas consensadas y de largo alcance.
Sin dejarlo pasar. Hace unos días, en la Universidad de Guadalajara (UdeG), se develó el retrato del ex rector Ricardo Villanueva Lomelí, quien fue el número 50 al frente de esta casa de estudios. El acto fue encabezado por la rectora de la institución Karla Planter Pérez. Ahí estuvieron algunos exrectores y funcionarios quienes se sumaron al reconocimiento al hoy Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En el acto, se habló de los logros obtenidos durante la gestión del funcionario federal. Muchos de los asistentes confían en que, con esa misma capacidad, si es que así se lo permiten las circunstancias, podría lograr mejoras para la enseñanza superior del país. Tiene ideas y trabaja en un proyecto de largo alcance. Veremos si logra romper ciertas inercias para sacarlo adelante.
No es disculpa. Y es que el asunto presupuestal, que no ha dejado a nadie conforme, no puede endilgarse a la gestión de Villanueva Lomelí. Cierto que, desde su posición puede incidir y gestionar hasta cierto punto la asignación, pero es sabido que el diseño y la decisión preliminar y final pasa por las oficinas hacendarias. Y los funcionarios que han estado en ese cargo poco han podido hacer en los últimos años. Las prioridades financieras están en otros rubros. Lo que sí han hecho algunos subsecretarios es dar acompañamiento a las peticiones de las universidades públicas, como en su momento lo hizo Rodolfo Tuirán, a quien a unos años de su partida se le recuerda en muchas instituciones, o más recientemente Carmen Rodríguez Armenta. Hoy está en esa posición el exrector de la UdeG y por lo pronto, ha estado muy de cerca en todo lo que se ha discutido en torno al tema.
Disminución a detalle. El Sindicato de la Unión de Trabajadores del Instituto de Educación Media Superior de la Ciudad de México denunció que la matrícula de primer ingreso disminuyó considerablemente sin razón de peso alguna. Pasaron, de acuerdo con las cifras oficiales, de 32 mil 52 estudiantes a 28 mil 222 en este ciclo escolar. Lo que preocupa a los agremiados de estos planteles es que esta caída en la matrícula sea solamente una justificación para asignar menores recursos y se descuide la atención que se ha dado financieramente hablando a estos estos espacios educativos. Además, aseguran que la distribución de los alumnos no se ha hecho de la mejor manera porque mientras en algunos salones no cabe ni un alfiler, otros quedan casi vacíos. Veremos cómo avanza este asunto y qué respuesta obtienen los afiliados a este sindicato.
Solidaridad sin freno. En medio del caos originado por las intensas lluvias de los últimos días, que afectaron a cinco estados del país, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) instaló un Centro de Acopio para recibir ayuda y enviarlo a las comunidades más afectadas de Veracruz, Hidalgo, Puebla y Querétaro, en coordinación con las universidades e instituciones de educación superior ubicadas en las zonas de impacto. Una muestra de cómo la Anuies reafirma su compromiso social. El centro está instalado en Miguel Laurent 961, Colonia Santa Cruz Atoyac, en la Alcaldía Benito Juárez, aquí en la Ciudad de México. Para que no se diga que las universidades del país no retribuyen la confianza y el apoyo que reciben de la sociedad.

Carlos Reyes
- Carlos Reyes
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