José Sarukhán Kermez sale de la Conabio, continua el conflicto entre la UdeG y el gobierno estatal, y más

La misma línea. La salida del exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Sarukhán Kermez, de la Coordinación Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Bioversidad (Conabio), es una más de las medidas que han caracterizado a la actual administración. Renuente a reconocer la labor de connotados académicos y funcionarios, a valorar la trayectoria y la formación de quienes pueden aportar su experiencia al desarrollo del país, y a desestimar las opiniones, advertencias, sugerencias y planteamientos que no entran en esa lógica simplista de la lealtad, la austeridad y la ideologización de la administración pública. Así se ha manejado el actual gobierno y no podía ser distinta frente a un reconocido cuadro que ha dado muchos años de su vida por la ciencia, y la investigación. Y aun en ese entorno adverso, y cada vez más cerrado y enrarecido, Sarukhán Kermez transitó los últimos años con un profesionalismo y capacidad fuera de toda duda. Las diferencias no eran recientes, pero el miembro del Colegio Nacional trató de sobrellevarlas hasta que finalmente optó por hacerse a un lado, en una decisión más que razonada por el exrector de la UNAM.
Buen gesto. En otros asuntos, en sesión extraordinaria, el Consejo Universitario de la UNAM aprobó, por unanimidad, entregar el grado de doctor honoris causa al historiador Javier Garciadiego Dantán, así como a otros 11 personajes de la cultura, la ciencia, las humanidades y las artes. Un reconocimiento muy merecido para quien ha destacado por su labor como investigador, docente y divulgador. El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, de la Academia Mexicana de la Historia, de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional, es objeto de la máxima distinción por una amplia trayectoria y por ser una de esas voces que enriquecen el bagaje cultural e histórico de este país. Una de esas figuras, como los otros 11 galardonados, que nunca deben de hacerse a un lado. Sus contribuciones significan mucho y cobran mayor relevancia frente a los señalamientos que ponen en entredicho en valor de la ciencia y la academia.
Otro llamado. En otro capítulo más del enfrentamiento entre las autoridades de Jalisco y la Universidad de Guadalajara (UdeG), y que se ha agudizado y mediatizado más de la cuenta, el rector general de la institución, Ricardo Villanueva Lomelí, llamó al diálogo para poner fin, de manera definitiva, a este embrollo que se ha convertido en una discusión de proporciones electorales rumbo al futuro de la entidad. Desde el pasado 9 de agosto, cuando el Ejecutivo estatal retiró los 140 millones de pesos que habían sido aprobados por el Congreso para destinarlos al Museo de Ciencias Ambientales, la confrontación comenzó a subir de tono hasta llegar a una penosa escena que se hizo viral en redes sociales, donde el Gobernador Enrique Alfaro se hizo de palabras con la Rectora del CUValles, María Luisa García Bátiz y a otros funcionarios. Cada vez le acercan más la lumbre a la autoridad estatal que no es capaz de actuar con mesura para no complicar esta discusión que no tiene para cuando resolverse.
Rumbo a la sucesión. En la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) comenzaron a moverse las piezas para la sucesión de rector que entrará en su parte decisiva en los meses por venir. Francisco Javier Avelar González deja la rectoría luego de dos periodos al frente de la institución, y la renovación del Consejo Universitario se realizó hace unos días. Para ello se incorporaron consejeros académicos, administrativos y de los alumnos. Los nuevos consejeros se incorporaron a las comisiones permanentes correspondientes y los órganos de trabajo para estar listos de cara a palomear los nombres que en breve comenzarán a sonar en el interior de la UAA y que seguramente se registrarán de manera oficial para intentar ser los elegidos al cargo. Por eso más de uno percibió que los señalamientos de corrupción al interior de esta casa de estudios, que se difundieron la semana pasada en medios locales, tratan de generar ruido para desestabilizar el proceso.
Sentido común. Para quienes piensan que la solución vendrá desde el terreno legislativo, donde ya han demostrado en más de una ocasión que se basan más en la ocurrencia y el desconocimiento de la vida académica, conviene atender las palabras del rector de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Daniel Octavio Valdez Delgadillo, quien se refirió a la propuesta de reforma legal que impulsa Morena para eliminar en el país los exámenes de admisión en las universidades públicas. Muy puntual, habló de la importancia que tiene la evaluación para conocer el perfil de los aspirantes, y el nivel de conocimientos que tienen los alumnos que quieren ingresar a los programas educativos de educación media o licenciatura. Sin duda que las universidades e instituciones de enseñanza superior lo tienen muy claro. El problema es que hay ciertos sectores que no están en la sintonía que se requiere a estas alturas.
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