Necesario fortalecer el compromiso para garantizar inversión en ciencia: Juan Gabriel Segovia Hernández

El escenario de la ciencia en México presenta una serie de contrastes entre los logros notables que ha tenido el quehacer científico, en los años recientes, y las barreras que obstaculizan aún el potencial en pleno de la investigación científica del país.

Así lo percibe Juan Gabriel Segovia Hernández, profesor-investigador de la Universidad de Guanajuato (UG).

En entrevista con Campus, el académico del Departamento de Ingeniería Química de la División de Ciencias Naturales y Exactas, uno de esos logros que ha tenido la ciencia es el aumento de la colaboración internacional, lo que “ha permitido a los investigadores mexicanos contribuir al conocimiento global”.

De acuerdo con Segovia Hernández, quien fue nombrado Editor Ejecutivo de “Chemical Engineering and Processing: Process Intensification Journal”, una de las revistas más destacadas en el ámbito de la Ingeniería Química, los avances del país aún no son suficientes.

“En términos de cumplimiento de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, México ha avanzado en algunos objetivos, pero aún enfrenta desafíos para alcanzar metas específicas.

“La inversión en investigación y desarrollo ha aumentado, pero sigue siendo necesario fortalecer el compromiso gubernamental para garantizar recursos adecuados y sostenibles”, dice el investigador.

Por ello, advierte, en el entendido que la ciencia y la innovación son pilares fundamentales para abordar cuestiones críticas, como la pobreza, el hambre y la salud, “la comunidad científica mexicana debe liderar esfuerzos colaborativos”.

Porque se requiere “alinear sus investigaciones con estos objetivos y contribuir de manera más significativa a la resolución de problemas sociales y medioambientales”, asume.

Aprovechar ventajas
Al hablar de la competencia en mercados globales, Segovia Hernández, quien es miembro del Cuerpo Académico de Ingeniería en Procesos Industriales en el Campus Guanajuato de la UGto, México se encuentra en una posición estratégica.

“Sin embargo, para competir eficazmente, es imperativo fortalecer la infraestructura de investigación y desarrollo, así como mejorar la conexión entre la academia y la industria.

“La adopción de tecnologías emergentes y la formación de profesionales altamente calificados son esenciales para mantenerse a la vanguardia en la economía global”, enfatiza el investigador.

En ese sentido, insiste, la ciencia desempeña un papel fundamental en este proceso, “ya que la innovación y la eficiencia en la producción son clave para atraer inversiones extranjeras”. Frente a ese panorama, dice Segovia Hernández, quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se debe “aprovechar al máximo esta tendencia, se debe fomentar la colaboración entre el sector científico y las empresas, promoviendo la transferencia de conocimientos y la implementación de tecnologías avanzadas en la cadena de producción”.

Al mismo tiempo, apunta, la ciencia es fundamental para enfrentar asuntos como la carencia de agua y el cambio climático, para lo cual puede aportar soluciones sostenibles.

“México enfrenta desafíos significativos en la gestión del agua, y es esencial invertir en investigación para desarrollar tecnologías innovadoras de conservación y gestión eficiente.

“Además, la ciencia debe liderar los esfuerzos para abordar el cambio climático, desarrollando tecnologías limpias y sostenibles, así como proporcionando datos fundamentales para respaldar políticas medioambientales efectivas”, señala el investigador.

Asunto pendiente
Al hablar de los desafíos del sistema científico en el país, Segovia Hernández expresa que el financiamiento “sigue siendo un pilar crítico que impacta directamente la capacidad de llevar a cabo investigaciones de envergadura y de contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030”.

Por ende, añade Segovia Hernández, quien fue presidente nacional de la Academia Mexicana de Investigación y Docencia en Ingeniería Química, “para tener un impacto sostenible, es esencial no solo mantener, sino aumentar la inversión en investigación y desarrollo, asegurando una asignación estratégica de recursos en áreas identificadas como prioritarias”.

En este contexto, detalla el académico, el primer reto que se presenta es la necesidad de consolidar y expandir la inversión en ciencia y tecnología.

“La asignación presupuestaria para la investigación científica debe ser elevada para estimular la innovación y abordar las brechas que aún persisten.

Esto, sin duda, contribuye a “fortalecer la infraestructura científica, mejorar el acceso a tecnologías de vanguardia y potenciar la capacidad de los investigadores para afrontar problemas complejos”, apunta.

El segundo desafío importante, argumenta Segovia Hernández, es el relacionado con las condiciones laborales de los investigadores. “El talento humano es el recurso más valioso en el ámbito científico, y la capacidad de retener y atraer a profesionales destacados es crucial para el éxito a largo plazo del sistema científico mexicano. Garantizar condiciones laborales estables, equitativas y atractivas es fundamental.

“Además, es esencial proporcionar oportunidades de desarrollo profesional continuo, asegurando que los científicos tengan acceso a programas de formación avanzada y capacitación que les permitan mantenerse actualizados en un mundo científico en constante evolución”.

Finalmente, detalla el investigador, quien es Vicepresidente de la Academia Mexicana de Optimización Aplicada a la Ingeniería Química, un tercer desafío se presenta “en la necesidad de fomentar una cultura que reconozca y valore el trabajo científico como una piedra angular del progreso y la innovación.

“Esto implica no solo generar conciencia pública sobre la importancia de la investigación científica, sino también establecer mecanismos efectivos de reconocimiento y recompensa para los científicos”, dice.

Además, añade, “el cuarto reto crucial es la colaboración interinstitucional para establecer alianzas efectivas entre instituciones académicas, el sector empresarial y el gobierno”.

“Las sinergias resultantes no solo optimizan los recursos, sino que también previenen la duplicación de esfuerzos. La colaboración no solo debe limitarse a nivel nacional, sino también debe promoverse a nivel internacional, participando en proyectos conjuntos con instituciones de renombre mundial para ampliar las oportunidades de investigación y elevar el impacto global de la ciencia mexicana”, enfatiza.

Atender los factores
Sobre los rezagos y factores que impiden un mejor desarrollo de la educación superior en México, Segovia Hernández, quien recibió el año pasado el reconocimiento como el octavo mejor científico en el ámbito de la ingeniería y la Tecnología en México, según el ranking “2th Edition of Research.com”, dice que, si bien se han realizado avances en la expansión de la matrícula universitaria en México en los últimos años, persisten disparidades significativas.

“Las oportunidades educativas no siempre están distribuidas de manera justa, y factores como el lugar de residencia, el género y la situación económica siguen siendo barreras para muchos estudiantes.

“Para superar este obstáculo, es necesario implementar políticas que promuevan la equidad en el acceso a la educación superior. Esto podría incluir programas de becas específicos para estudiantes de comunidades marginadas, la creación de centros de educación superior en áreas geográficas subatendidas y el establecimiento de políticas de admisión que tengan en cuenta la diversidad de experiencias y contextos de los solicitantes”, plantea.

Al mismo tiempo, la “calidad variable de los programas académicos también requiere una atención especial”.

Por eso Segovia Hernández plantea que “elevar los estándares educativos implica una revisión constante de los planes de estudio para asegurar que estén actualizados y alineados con las demandas del mundo actual.

“La incorporación de tecnologías educativas, la promoción de enfoques pedagógicos innovadores y la formación continua del cuerpo docente son elementos clave para mejorar la calidad de la educación superior en México”, subraya.

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