En los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, América Latina vivía en un periodo de tensiones debido a una situación bipolar, en el que las grandes potencias disputaban la hegemonía política. Una coyuntura en la que se imponía dar un impulso al crecimiento económico de nuestros países. En ese contexto, se convocó al primer Congreso Universitario Latinoamericano, realizado en septiembre de 1949, en Guatemala. El propósito era tender puentes de comunicación y colaboración institucional para fortalecer a las naciones de la región por la vía de la integración, la cooperación y la democracia.
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