La educación en línea ya es una opción madura y de calidad: David Mejía, rector de UNIR México

La educación en línea dejó de ser un experimento o una alternativa secundaria: hoy es un modelo con validez, solidez académica y creciente aceptación en México y América Latina. Así lo afirma el doctor David Mejía, rector de la Universidad Internacional de La Rioja en México (UNIR México), quien asegura que la clave está en un diseño pedagógico sólido, la cercanía con los estudiantes y el acompañamiento personalizado que evita el abandono escolar.

“Nuestro modelo coloca al estudiante en el centro. Lo acompañamos desde el inicio con un tutor personal, clases síncronas con docentes capacitados y contenidos académicos cuidadosamente curados y acreditados. Todo esto se traduce en algo que nos distingue: una muy alta eficiencia terminal”, explica.

Tres diferencias clave
De acuerdo con Mejía, el modelo UNIR se diferencia de otras universidades virtuales en tres aspectos fundamentales: contenidos de calidad: estandarizados, acreditados y constantemente actualizados; clases síncronas: el alumno no estudia solo, sino con un profesor en vivo que utiliza un método pedagógico diseñado para el formato digital, y un tutor personalizado: cada estudiante cuenta con un acompañante que se asegura de que avance, resuelva obstáculos y concluya sus estudios.

“El tutor no solo atiende cuestiones académicas o administrativas. Muchas veces escucha también temas personales, y ese acompañamiento cercano es lo que evita la deserción. A nosotros no nos interesa que el alumno pague dos meses y se vaya; nos interesa que se gradúe, que logre su meta y se convierta en un egresado satisfecho”.

UNIR México forma parte del grupo Proeduca, de origen español, que agrupa a universidades en España, Guatemala, Colombia, Perú, Andorra y Estados Unidos. En México, opera como universidad reconocida por la Secretaría de Educación Pública, con todos sus programas respaldados por el REVOE, lo que garantiza validez oficial de estudios.

Además, UNIR México ha logrado acreditaciones de gran prestigio. Por ejemplo Fimpes, donde obtuvo en 2023 el máximo nivel (7 años) en su primera evaluación, algo alcanzado solo por 28 universidades privadas de las más de mil 800 en el país. Así como QS Stars Rating, que le otorgó la calificación de cinco estrellas, colocándola en la élite internacional de universidades en línea.

“Que una institución joven, con apenas poco más de 10 años en México y 100 por ciento digital, logre estas acreditaciones demuestra que el modelo en línea no solo es válido, sino competitivo frente a las universidades tradicionales”, subraya Mejía.

Aunque UNIR no apuesta por campañas masivas de publicidad, su crecimiento ha sido exponencial: tan solo en el último ciclo la matrícula creció cerca de 30 por ciento. La explicación está en la satisfacción de los estudiantes. Según el Net Promoter Score (NPS), indicador que mide la recomendación de los clientes, UNIR México alcanza entre 75 y 78 por ciento, frente al 58 por ciento de gigantes como Amazon.

“Cuando un egresado dice: ‘te recomiendo estudiar en UNIR’, ese es el mejor motor de crecimiento. Nuestra mejor publicidad son nuestros propios alumnos”, destaca el rector.

El futuro de la educación: híbrido, digital y con inteligencia artificial
La pandemia aceleró la adopción de la educación virtual, aunque muchas instituciones lo hicieron con soluciones improvisadas. Para Mejía, el reto es consolidar un modelo pedagógico diseñado para lo digital, con tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, la realidad aumentada y la realidad virtual.
“Estamos entrando a una etapa en la que la tecnología avanza más rápido de lo que podemos asimilar. Pero esa es la gran oportunidad: aprovechar la IA y otras herramientas no como un sustituto del profesor, sino como un potenciador del aprendizaje”.
El rector añade que el futuro de la educación no será únicamente presencial ni exclusivamente en línea, sino híbrido: “En algún momento vamos a converger: el trabajo de campo presencial con la potencia de las plataformas digitales. Ese será el modelo educativo del futuro”.

Desafíos digitales
Entre los desafíos que enfrenta la educación digital, Mejía señala la respuesta rápida a nuevas demandas laborales, como maestrías en inteligencia artificial o ciberseguridad; empleabilidad, con programas diseñados para que los egresados encuentren trabajo en su campo de estudio; y regionalización de contenidos, adaptando la oferta a cada país.
“Una maestría en juicios orales debe basarse en la legislación mexicana, no en la inglesa. De lo contrario, no tendría valor real para el alumno. Ese es un ejemplo de cómo debemos diseñar programas que respondan a las necesidades locales”, explica.

Un modelo vivo que seguirá evolucionando
A quienes aún dudan de la calidad de la educación virtual frente a la presencial, Mejía responde con resultados y acreditaciones, pero también con una visión de futuro:

“El modelo aristotélico de enseñanza presencial se mantuvo más de dos mil años. El modelo digital no será estático: es un modelo vivo, que seguirá creciendo y transformándose con la tecnología. Lo importante es que los alumnos vean que funciona, que obtienen resultados y que egresan satisfechos”.

Y concluye con una reflexión desde su experiencia como académico: “Llevo más de 40 años dando clases. Nada me satisface más que ver a un alumno agradecido. Eso vale la pena en cualquier formato, presencial o digital. La pasión y el compromiso del docente son lo que realmente hace la diferencia”.