La Casa Rosalina refrenda su compromiso de resguardar su derecho a la autogestión
A 52 años de consuma da la Independencia de México, en Sinaloa inició la vida del Liceo Rosales, pues Don Eustaquio Buelna siempre vio en la educación al mejor instrumento para liberar la mente y empoderar el alma de los pueblos.
En 1918 es reconocida su autonomía; la cual le fue despojada en 1937 por el gobernador Alfredo Delgado. También se intentó eliminar la Escuela Preparatoria, hecho impedido por los estudiantes y maestros, sentando un gran precedente. En 1938 el gobernador reprimió un movimiento de estudiantes y maestros; destituyó, encarceló y expulsó del estado al rector Solón Zabre y al secretario Enrique Félix, y se clausuró temporalmente la Universidad.
En los años sesenta volvió a buscarse la autonomía, la libertad de cátedra y la asistencia a estudiantes. Esta autonomía se recuperó en 1965, dando inicio una historia de trabajo académico, crecimiento científico y desarrollo cultural. Otra vez, por medio de una Ley de Educación, en 1981 se intentó eliminar la Escuela Preparatoria, lo que fue evitado por el rector Jorge Medina Viedas. Estas luchas de más deun siglo deben ser hoy antorchas
de defensa de la autonomía.
Hoy, en pleno siglo XXI, nos encontramos este 2023 con una Ley Estatal de Educación Superior que pareciera inspirarse en ese pasado lleno de vergüenza. La homologación de la Ley General de Educación Superior de 2021 por el Gobierno de Sinaloa fue una suerte de simulación, intentando someter la autonomía a los designios del ejecutivo estatal. Sin libertad no existe la auténtica universidad. Así alzamos la voz enérgica y respetuosamente, en rechazo a dicha Ley Estatal.
Resulta que, por cumplir con un deber social, los universitarios estamos sentados en el banquillo de los acusados. Es irónico que, por brindar un servicio a cientos de jóvenes de escasos recursos, hoy tengamos que acudir ante un juez, y ver que éste se coloca en las antípodas de la legalidad. Hoy celebramos 213 años del inicio de la lucha independentista del país, pero lamentamos la extinción de la independencia de los Poderes Legislativo y Judicial de Sinaloa, que han torcido la Ley.
El 21 de agosto y hace unos días, en Sinaloa un grupo de funcionarios fue vinculado a proceso. Esos veredictos no causaron sorpresa alguna, era evidente que esa era la consigna de la Fiscalía y del Poder Judicial. Tampoco causó sorpresa la presencia, la entrega y el pundonor de la Comunidad Universitaria. Por ello se ha agradecido su permanente respaldo, su acompañamiento y que, al mismo tiempo, sigan cumpliendo con sus responsabilidades académicas y administrativas.
Se agradece, pues en medio de esta persecución política, las actividades de docencia, investigación, cultura, deporte y vinculación se han mantenido funcionando al cien por ciento en todo el estado, lo cual es digno de todo mi reconocimiento y gratitud.
El actual es un tiempo de cohesión y de hermandad, es un tiempo para estar alertas, pero también para estar alegres, pues la inteligencia y la legalidad saldrán victoriosas en su debido tiempo. Hay confianza porque nos asiste la ley, la razón y los resultados; tenemos confianza porque para doblegar a la comunidad Rosalina hace falta mucho más que una alianza entre los tres poderes del Estado.
*Relatoría histórica de la autonomía de la UAS el 16 de septiembre de 2023.

Redacción UAS
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