Desde que se presentó, con bombo y platillo, en Mocorito, Sinaloa, el 27 de enero de 2019, la denominada Estrategia Nacional de Lectura, han pasado casi cuatro años sin que se sepa nada de ella. El presidente habló de muchas cosas en el mitin (porque fue un mitin de campaña, aunque ya era el presidente de México), pero no dijo en qué consistía tal Estrategia. Claro, allá en Mocorito (“Cocorito”, diría en uno de sus tantos lapsus el director general del Fondo de Cultura Económica, FCE) fue la oportunidad para repartir la Cartilla moral, de Alfonso Reyes.
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