“Decidí tomar el apellido de mi madre para honrarla”, dice orgullosa Maribel Talavera
Al celebrarse este 6 de marzo el Día Internacional del escultor, la Universidad Autónoma de Chihuahua hace un merecido reconocimiento a las y los escultores universitarios, como la maestra ceramista Maribel Arias Talavera, quien con sus obras ha logrado trascender en otros estados de la República Mexicana y en La Habana, Cuba.
La escultora, cuyo nombre artístico es Maribel Talavera, tomó el apellido de su madre como un homenaje al ser la persona que la inspiró a convertirse en una de las mujeres ceramistas más reconocidas del país. Nació en la ciudad de Chihuahua el 13 de mayo de 1979 y egresó de la preparatoria CEDART “David Alfaro Siqueiros” y de la Universidad Veracruzana, donde realizó sus estudios sobre las artes plásticas y visuales.
Actualmente, Mary Talavera -como la conocen en la Universidad Autónoma de Chihuahua-, se desempeña como escultora, ceramista en su taller y como docente en el CEDART, así como en el Diplomado de Cerámica de la Facultad de Artes de la UACH. La mayoría de sus obras han sido expuestas y adquiridas por la Iniciativa Privada.
También han sido objeto de exposición y con grandes éxitos en los estados de Veracruz, Ciudad de México, Chihuahua, Guanajuato y La Habana Cuba, donde destacan las obras de “La luna en llamas”, “Colectiva Cono 09”, “Proyección de animación Polvo al Polvo”, “Chileatole Xalapeño” y “Lazos Híbridos”.
Sus últimas creaciones la han llevado a obtener los premios “PECDA”, en la categoría jóvenes creadores, el “PACMYC”, Programa de Acciones Culturales Multilingües y Comunitaria, el segundo lugar en el Concurso Estatal de Artesanía Chihuahuense y el reconocimiento por el mejor cortometraje en la categoría de animación en el Festival Corto V en Cinema de León, Guanajuato.
Su proceso creativo ha sido algo caótico, quizás porque surge primeramente como una necesidad imperante y muy persistente de plasmar lo que ella piensa, observa y siente, necesidad que le resulta a veces hasta desesperante hasta que comienza a modelar el material para transferir sus ideas.
“En mi caso parto generalmente de un dibujo o pintura, son ideas de imagen, composición, color, textura. Y posteriormente, es un ir y venir de ideas, ya que generalmente comienzo a trabajar la escultura con una idea predeterminada que durante el proceso se va modificando o enriqueciendo, a veces logro ideas muy diferentes a la inicial”, manifestó la maestra de diplomado de la Facultad de Artes de la UACH.
Como escultura a Maribel Talavera le gusta trabajar con la imagen de la mujer en una búsqueda incansable de análisis de su propio contexto existencial, le gusta observar el mundo y a su alrededor y en ocasiones lo que interpreta de esa observación va inmiscuido en su obra, en estos momentos está trabajando la repetición, generando textura y buscando el movimiento en todo.
A la escultora ceramista le interesa mucho la figura femenina y la forma orgánica de las plantas del desierto, ahora considera que va alejando de la idea de solo clonar a la figura humana, sino que busca las similitudes simbólicas y abstractas de la experiencia femenina con la naturaleza en un devenir más existencial.
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