Claudia y la universidad

La nominación de Sheinbaum como abanderada de morena seguramente traerá cambios importantes para la educación superior

Personas del entorno de la candidata que participan activamente en la UNAM emitieron un comunicado que establece como rasgo de la nueva rectoría de la UNAM el compromiso actualizado con la Nación.

La nueva correlación de fuerzas que deriva de la decisión de que sea Claudia Sheinbaum la abanderada de Morena seguramente traerá cambios importantes para la educación superior. Destaca porque se trata de una licenciada en física y doctora en ingeniería, profesora universitaria con un fuerte abolengo, una gente de ciencia y de cultura, que aprecia el conocimiento y comparte los valores académicos. No sólo conoce el objeto de la universidad, sino que comparte su ethos, forma parte de su comunidad y juega un papel destacado en la formación de científicos. Comprometida con la protección medioambiental no es una fanática sectaria que hable de ciencia burguesa y ciencia proletaria, ni una demagoga que ignore el fraude que deriva de la escasísima calidad académica de las Benito Juárez.

Para fortuna del país, se trata de una mujer. Su origen político está en la izquierda y nunca ha sido del PRI.

Dada su identidad universitaria es comprensible que busque el apoyo de los estudiantes y profesores, y está claro que lo que menos le conviene es tener un movimiento estudiantil en contra.

Todavía no conocemos las líneas generales de su proyecto, ni son públicos los documentos de Morena que expresan su programa de gobierno, pero ciertos indicios pueden darnos algunas pistas. Por ejemplo, hace unos días circuló un comunicado que tiene como responsables a Rosaura Ruiz y Enrique Semo, firmado por un centenar de profesores e investigadores distinguidos identificados muchos con la izquierda universitaria, en el que se delinea una postura en el proceso de designación de rector en la UNAM. El documento en cuestión es significativo pues fue elaborado por personas del entorno de Claudia que participan activamente en la UNAM (La Jornada 27 agosto 2023).

El documento establece como rasgo incuestionable de la nueva rectoría el compromiso actualizado con la Nación y con la UNAM. Sostienen que “A lo largo de su historia la UNAM ha defendido la democracia tanto en su vida interna como en la que rige al pals. Su compromiso con la autonomia, la gratuidad, las libertades de cátedra e investigación, la Igualdad de oportunidades, la lucha contra todo tipo de autoritarismo y arbitrariedad han distinguido a generaciones enteras de nuestra institución, igual debemos pugnar por el ejercicio honesto y transparente de los recursos que año con año la nación le confia a la Universidad…Autonomia, responsabilidad social y crítica, se implican recíprocamente para mantener una relación de respeto y diálogo permanente con los poderes públicos, impulsar el desarrollo académico a través de la innovación que permite el avance de las tecnologias, encauzar una presencia más acentuada de la UNAM a lo largo de nuestro país, sobre todo en las entidades federativas con mayores rezagos sociales y emprender la búsqueda conjunta de alternativas de crecimiento con equidad”.

Abogan por una mayor participación del estudiantado y de su personal académico y administrativo en el gobierno. “En consecuencia, las iniciativas de democratización crecientes planteadas por la propia comunidad universitaria tienen total sentido y requieren ser atendidas con ahinco, compromiso y responsabilidad social”. Sostienen que es necesario refrendar el ineludible compromiso de todas y todos con la paridad de género y exigen de la nueva rectoría promover una mayor participación de las mujeres en los distintos ámbitos de la vida universitaria.

“Además, es necesario avanzar en la identificación de los problemas específicos de los estudiantes de la UNAM, asegurar, regular y extender los apoyos de las becas que reciben ellos y ellas. En coordinación con las otras instituciones de educación media superior y superior, y con las instancias gubernamentales correspondientes apoyar la creación de planteles y el otorgamiento de servicios en las comunidades más pobres; lograr la accesibilidad a todos los medios didácticos; dar respuestas adecuadas a sus disimiles necesidades; todo ello con el propósito de impulsar una educación integral, que incluya docencia, investigación, arte, deporte y trabajo”.

Consideran esencial encontrar alternativas que sean económicamente sustentables y laboralmente convenientes para los profesores de asignatura, también para un retiro digno de la planta académica de mayor antigüedad. Los firmantes sostienen que “La rectoría 2023-2027 deberá comprometerse a encabezar los trabajos de revisión, complementación y actualización de la legislación universitaria, que es la que dispone y ordena la participación democrática de la comunidad, con el propósito de colmar los vacios existentes, propiciar la participación activa de estudiantes y profesores en los asuntos internos, y eliminar las disposiciones que han caducado y hoy contrastan con los Derechos Humanos reconocidos por nuestro ordenamiento jurídico”.

Se perfila aquí una agenda democratizadora para la eduación superior que valora el papel estratégico del conocimiento, sin las exclusiones ni sectarismos con que se dirige la educación superior en la actualidad. Ojalá y sea augurio de un nuevo periodo de concordia, de libertad, desarrollo y de progreso académico.

Desde sus orígenes políticos, Claudia conoce del potencial de los movimientos estudiantiles, quizá por eso, ante la generación de un movimiento nacional de estudiantes en defensa del posgrado, y seguramente alarmada por el desastre reciente que se ha generado con las universidades alrededor de las becas y programas de posgrado, ha de haber intervenido para detener a los ayatolas de su partido, y hacer que el Sistema Nacional de Posgrado reculara. Quizá por eso el comunicado del 13 de septiembre del Conhacyt (v) en el que echa para atrás buena parte de su evaluación punitiva y devuelve a cientos de programas la posibilidad de postular a sus alumnos para becas de posgrado, quizá por eso hasta ahora hacen públicas las razones (exclusivamente económicas y políticas) y exponen la pobreza de sus criterios (no académicos) con que han clasificado al posgrado nacional.

El frente nacional de estudiantes de posgrado festeja la victoria de su movimiento y el posgrado nacional respira aliviado frente a la labor de zapa que lo asfixiaba.

Sobre la firma
Miguel Casillas

Es licenciado en Sociología por la FCPyS de la UNAM, Maestro en Ciencias por el DIE-CINVESTAV-IPN, y doctor en Sociología por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS) de Paris. Es socio del Consejo Mexicano de Investigación Educativa A.C., se interesa por temas como la educación superior, historia institucional, políticas educativas y agentes educativos y profesores, estudiantes y TIC.

Es investigador en la Universidad Veracruzana y Coordinador del Doctorado en Innovación en Educación Superior del Centro de Investigación e Innovación en Educación Superior de la Universidad Veracruzana (CIIES-UV) del 10 de febrero del 2020 a la fecha.

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