Luego de los brindis, fiestas y celebraciones rituales del año viejo y del año nuevo, las instituciones de educación superior y sus principales actores vuelven a las rutinas para enfrentar los desafíos de un nuevo ciclo de decisiones, complicadas por la configuración de los contextos internos y externos de la vida institucional. Con la continuidad de la retórica, las acciones y los proyectos gubernamentales derivados del triunfo electoral del morenismo y su proyecto de la 4T, las universidades públicas tendrán que adaptarse a la prolongación de las políticas de austeridad impuestas desde el gobierno federal, y a la reducción de los márgenes de gestión de sus autonomías derivada de las prioridades gubernamentales.
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