“Seis universidades públicas que están afiliadas a la Anuies, no van a tener el recurso para pagar este fin de año aguinaldos, por ejemplo, entonces, hay otras universidades públicas del país que tienen ya fuertes problemas económicos para poder enfrentar el pago de sus empleados”, advierte.
Por ello, dice, es urgente ofrecer alternativas para apoyar a estas instituciones de educación superior y evitar que esto incida en la calidad académica que ofrecen.
“Como lo puede notar, el escenario para la universidad pública no es muy bueno; aquí sí se tendría que plantear cómo se va a apoyar a las instituciones que ya están en esa situación, porque, al final, el objetivo que cubre una institución pública, hoy por hoy sería muy difícil cumplir.
“Lo que buscamos, aquí en Querétaro, es cómo gestionar, en otras vías, lo que nos hace falta para operar de manera eficiente, sin pérdidas, porque efectivamente el crecimiento, cuando el escenario económico, también se limita”, dice.
Expectativas sin cumplir
De acuerdo con la rectora de la UAQ, quien está a punto de cumplir dos años en el cargo, la asignación de recursos no fue en la cantidad esperada para cumplir con los requerimientos académicos a los que deben enfrentarse.
“En general, a todas las universidades públicas, hubo una disminución de lo que se esperaba recibir en el presupuesto federal, en el caso de la Universidad Autónoma de Querétaro, y me parece que así fue para todas las universidades públicas del país, el aumento con respecto al año anterior, fue de 1. 57 por ciento.
“Entonces, viendo un porcentaje de inflación de cuatro por ciento, estamos por debajo de la inflación, entonces, efectivamente, hubiésemos esperado, si acaso no un crecimiento, al menos que estuviera compensado por el incremento de la inflación anual”, lamenta Amaya Llano.
En el caso de la UAQ, apunta, las autoridades estatales han respaldado a la universidad con un incremento sostenido anual de 13 por ciento, y este año no fue la excepción.
“Ya, en suma, por supuesto que cuando se hace la proporción, el aumento global es de 5.86 por ciento, o sea, un poquito más arriba de la inflación, pero sí, digamos, en términos de recursos, esperábamos un poco más”, comenta.
Sin embargo, a final de cuentas, la UAQ también enfrentará una serie de limitaciones financieras que impactarán en varias de sus áreas.
“Lógicamente, cuando un recorte de lo inicialmente previsto, lo que afecta es lo que podríamos derivarlo a infraestructura principalmente, en los apoyos que damos a proyectos, o algunos incrementos a los apoyos que damos a becas, porque, finalmente, como cualquier institución, tenemos que asegurar las nóminas de nuestro personal para la operatividad, también el pago de los gastos corrientes, que no se pueden dejar de pagar”, señala.
Asimismo, añade, en la medida en que hay más recursos, se canalizan a la regulación de plazas, tanto docentes como administrativas, así como a incrementar las bolsas de los apoyos internos para las convocatorias.
“En ese sentido, si llegara a haber un recorte, en general esos son los puntos principales que se ven afectados, que la inversión en infraestructura, en mantenimiento, en estas bolsas internas, no podría crecer como nosotros esperábamos, porque hemos hecho el esfuerzo año con año de incrementar, en la medida de nuestras posibilidades, los apoyos que damos a nuestra comunidad”, puntualiza.
Otras tendencias
Sobre la posibilidad de que esta disminución de recursos afecte las metas trazadas en otros rubros, como la gratuidad y la obligatoriedad, Amaya Llano dice que, en efecto, esto tendrá riesgos que deben considerarse.
“La presidenta, en las reuniones a las que me ha tocado asistir, insiste mucho en el compromiso social que tienen las instituciones; ella sigue insistiendo en la gratuidad, por ejemplo, pero al final, para poder llegar a esos puntos. se requiere de un presupuesto porque. si bien la UAQ sí genera un poquito de recurso propio, no es suficiente como para nosotros, al día de hoy, ofrecer la gratuidad”, considera.
“Y nuevamente, frente a los compromisos que tenemos, en cuanto a la calidad que ofrecemos, en cuanto a los apoyos que damos a estudiantes, a investigadores, a profesores”, dice.
Además, agrega la rectora de la UAQ, la institución no puede descuidar su compromiso social que ha forjado a nivel local con otros servicios más allá de lo educativo.
“La UAQ tiene un alto compromiso social; como las clínicas universitarias, tenemos las centrales, que están orientadas mucho a la salud mental, que finalmente también cumplen un objetivo social y que permiten dar cobertura en temas de salud física y emocional a la población.
“Tenemos también nuestra unidad deportiva que atiende a la población, no solamente universitaria, sino en general, con precios accesibles y permite entonces que el deporte sea accesible para personas que de otra forma no podrían pagar un club privado, y puedo dar muchos ejemplos de la participación de la universidad en esos temas, en el compromiso social con el entorno”, detalla.
En medio de este entorno, la UAQ se ha consolidado como la institución más grande del estado, donde alcanza una cobertura de 33 mil 653 estudiantes y tiene presencia en todos los municipios.
“En temas, por ejemplo, de investigación, el número de investigadores que hay registrados en el estado, más de 50 por ciento trabajan para la UAQ, entonces, también estamos reconocidos como una institución con un alto enfoque de investigación e innovación”, comenta.
Enfrentar desafíos
Al hablar sobre los retos que enfrentarán las universidades públicas del país, la rectora de la UAQ apunta que uno de estos será el trabajo que deben establecer las instituciones con la inteligencia artificial.
“Es muy importante esta parte de planear, la planeación, hacia dónde queremos que nuestros programas educativos existentes, o la creación de nuevos programas, resuelvan una problemática, y en términos de inteligencia artificial, ya comenzamos a trabajar respecto a los lineamientos y cómo utilizar la inteligencia artificial de una forma responsable y ética.
“Porque al final son herramientas que pueden facilitarnos el trabajo, pero si no limita su empleo, de manera responsable, también puede generar otro tipo de problemáticas; entonces, en ese sentido, sí estamos ya preocupados y ocupados en generar lineamientos que, no tanto la prohibición, que permitan su uso responsable”, comenta.
De lo que se trata es de que “herramientas como esta, pueden ser muy positivas cuando se usan de manera conveniente”.
Asimismo, se debe continuar con el trabajo para impulsar la investigación y la labor de quienes desarrollan sus conocimientos en beneficio de la tecnología y la innovación.
“Por supuesto que una de las dinámicas que no podemos parar es la investigación, entonces, seguiremos trabajando en ese sentido, en ese esfuerzo para buscar convocatorias que nos alleguen recursos, que permitan que nuestros investigadores, nuestros estudiantes generen productos académicos y se capaciten en muy alto nivel para dar respuesta a las necesidades y problemáticas actuales”, finaliza.

Carlos Reyes
- Carlos Reyes
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