Suscríbete a nuestro Newsletter

Campañas políticas/ XI: En vísperas

La más grande elección efectuada en el país llega con una ciudadanía ya agobiada por la desgastante polarización política ¿Y el tema de la educación?

Por primera vez en siete campañas presidenciales, los candidatos no concurrieron a una Asamblea o reunión de Anuies.

Puede seguiresta serie aquí.

En tres días se llegará a la cita de la más grande elección efectuada en el país en toda su historia. Cuatro cuestiones podrían resumir los 10 artículos que, a lo largo de estos últimos meses, han aparecido en este espacio. En primer lugar, las campañas políticas de este 2023-24 tienen un telón de fondo: extensión y, por consiguiente, anticipación. Esto es, actividades desarrolladas fuera de los tiempos marcados por la Constitución y la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. En ello incurrieron, en ese orden, el oficialismo (Morena, PT y Verde) y la Coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI Y PRD). Esta última como reacción ante lo ya realizado por aquél, con la excepción de Movimiento Ciudadano que, inclusive, ha utilizado esa abstención como un punto fuerte en sus campañas.

En segundo lugar, la educación fue un tema importante, aunque menor. La posición de Morena en torno a esto podría resumirse en dos expresiones: a) “Uno de los grandes derechos en México es el derecho a la educación. De él dependen todos los demás. La educación es el centro de la transformación.” (Claudia Sheinbaum); b)  “La educación superior como derecho y no privilegio.” (Rosaura Ruiz). Entre las propuestas que pueden señalarse como relevantes por parte del oficialismo se cuentan las siguientes: a) El impulso a licenciaturas y programas de posgrado que sean compartidos por distintas instituciones de educación superior; b) Una propuesta similar pero relacionada con investigación, tecnología e innovación; c) Darle continuidad y apoyo a los esquemas de educación dual y a distancia; d) “Consolidacíón” de universidades interculturales; e) Impulso a carreras para el desarrollo local y regional.

Por lo que corresponde a la candidatura de Xóchitl, un mensaje importante es el siguiente: Hay presupuesto suficiente para mejorar las instalaciones y la calidad de la instrucción en el país. Se hace necesario recuperar el espíritu del magisterio, de amor por la enseñanza. La única manera de resolver la pobreza y desigualdad que padece el país es la salud y la educación. Es necesario que las escuelas vuelvan a ser los centros de las comunidades y atender a los alumnos con enfoques diferenciados, tomando en cuenta sus circunstancias. Además, desde fechas tempranas (9 de noviembre) la candidata presentó el Programa de Gobierno 2023-2030. En él se situaban propuestas como las siguientes: a) Un nuevo modelo educativo para la educación básica; b) Impulsar, nuevamente, las políticas de descentralización educativa; c) Desarrollar los planes y programas de estudio de ese mismo tipo educativo con las modalidades de la digitalización; d) Destinar a la educación superior el 1% del PIB; e) mejores condiciones laborales y programas de actualización docente; f) Desarrollar el sistema dual en distintos tipos y niveles educativos. 

Por lo que se refiere a Movimiento Ciudadano, una importante declaración de Jorge A. Maynez, es la siguiente: Las escuelas están abandonadas y es necesario reformar la oferta de educación superior mediante vínculos con el sector prosuctivo. No sólo se debe trabajar con instituciones públicas. Buscará llevar a un millón de jóvenes a la universidad en los próximos seis años. Al igual que “no sólo se debe trabajar con instituciones públicas”. Algunas propuestas adicionales, son: a) Disponer de un Nuevo Modelo Educativo para Educación Básica; b) Duplicar el presupuesto para la primera infancia; c) Capacitar y dar incentivos a la carrera de los maestros; d) Promover una política de innovación con las empresas, apoyada con los incentivos para la tecnología, lo cual implica revalorar a las universidades tecnológicas y politécnicas; e) La evaluación es necesaria, “hay que participar en PISA y retomar Planea”.

Por cierto, por primera vez en siete campañas presidenciales, los candidatos no concurrieron a una Asamblea o reunión de Anuies, tal como ya se había vuelto tradición. Aunque las representaciones de Sheinbaum y Gálvez estuvieron en sendas reuniones, realizadas en diciembre y febrero. La excepción fue el candidato de Movimiento Ciudadano quien estuvo en una reunión con titulares de un buen número de las más de 200 instituciones que conforman dicha organización, el pasado 17 de mayo.

En cuarto término, y como ya se consignó en varias de las entregas de esta serie, las propuestas del oficialismo y de la Coalición tienen enormes coincidencias. Pareciera que cualquiera de ellas serviría para conformar un buen programa de trabajo que se incluyese en el Plan Nacional de Desarrollo y en el Programa Sectorial de Educación. Sin embargo, la gran diferencia entre ambas posiciones es la correspondiente a que el oficialismo, si bien hizo algún tipo de diagnóstico en sus presentaciones, estos fueron leves y sin tocar los puntos neurálgicos. Ejemplo de las primeras, fue el reconocimiento de que no se le dio continuidad de apoyos suficientes a las universidades culturales y a la educación a distancia. Además, se olvidaron algunas de las propuestas fundamentales de seis años atrás: educación superior gratuita y obligatoria, prometida por el candidato AMLO y ratificada en la trascendental reforma al Artículo Tercero en Mayo de 2019. A cinco años de distancia nada, o muy poco, ha sucedido y el oficialismo ha hecho un vacío sobre esta temática. Aunque sería importante resaltar que los representantes más visibles por parte de ambas formaciones electorales son lo suficientemente conocidos y reconocidos para esperar que, cualquiera que fuese el resultado electoral, estos representantes serían candidatos idóneos para ocupar los puestos gubernamentales de la temática que ahora fue la campaña electoral. 

Epílogo: Buena parte de la ciudadanía está agobiada por la desgastante polarización política que sentó sus reales desde las primeras semanas del sexenio y que se ha incrementado notablemente desde esas fechas. Aunque con menos dramatismo, algunos teníamos la esperanza, seis años atrás, de que pasado el momento electoral el llamado a la conciliación nacional, refrendado en la acción de gobernar para todos los grupos sociales, fuese realidad. Ahora sería impostergable. Esto es válido para quien quiera que gane la presidencia así como los grupos parlamentarios que integren el Congreso de la Unión, al igual que gubernatura y congresos locales.

Más de Opinión

Más de Carlos Pallán Figueroa

Sobre la firma
Ex secretario general ejecutivo de la Anuies | capafi2@ hotmail.com | Web

Descubre más desde CAMPUS

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde CAMPUS

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Uso de Cookies en Campus

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar tu experiencia de navegación, ofrecerte contenido personalizado y analizar el tráfico en nuestro sitio web. Al continuar navegando en Campus, aceptas el uso de cookies. Para más información, consulta nuestra política de cookies.