Tres estudiantes de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México (CDMX) ganaron el Concurso Universitario de Innovación y Emprendurismo 2025 que realiza el Instituto de Tecnólogos de Alimentos (IFT) por crear una base de helado en polvo de origen vegetal llamada «Snoo», que reutilizó el aquafaba (el agua remanente de cocer garbanzos) para crear un nuevo producto en lugar de ser desechado.
Las estudiantes Andrea Martínez Sánchez, Sharon Sutton Shamosh, Jazmín Geraldine Hernández Ramos, acompañadas de su profesora la Mtra. Karen Shaindel Estrada Arias, recibieron el reconocimiento de la mano del Presidente del Consejo de Administración, Christopher Daubert, y de la CEO, Christie Tarantino-Dean del IFT.
Para apoyar su talento y visión como futuras emprendedoras y profesionales de la industria de alimentos, se hicieron acreedoras de una prueba industrial en una planta piloto de la empresa CITSIA —aliada estratégica para llevar a cabo esta importante competencia—, y que este proyecto incursione en el mercado. Además, tendrán un webinar para que puedan platicar sobre su producto.
En total hubo 32 proyectos inscritos y cinco resultaron finalistas para esta edición del Concurso Universitario de Innovación y Emprendurismo. La visión, pasión, talento, creatividad e innovación de estas talentosas jóvenes las llevó a que fueran reconocidas por destacadas y destacados expertos en el mundo de la industria de alimentos.
Sharon Sutton, estudiante de octavo semestre de Ingeniería de Alimentos explica que, siguiendo la receta de la formulación de este helado hecho a base de polvo, se le agrega agua, se mezcla en una batidora convencional y se congela para obtener un litro de delicioso helado vegano de manera fácil y sencilla. “Snoo son 67g de polvo al que tú en tu casa le agregas 170 ml de agua o bebida vegetal y al batirlo obtienes un litro de helado”, detalla.
Jazmín Hernández, estudiante de octavo semestre de Ingeniería en Alimentos remarca que en la IBERO le han inculcado la sustentabilidad y dado que la aquafaba es un residuo que normalmente es desechado de forma no adecuada, decidieron usar este subproducto por su valor nutrimental de proteínas y por ser bajo en grasas saturadas.
Andrea Martínez, egresada de Ingeniería en Alimentos dice que quieren hacer un nuevo formato de este producto y evitar la cadena de frío, que es el sistema de conservación que se usa cuando se transporta, se compra en el súper o se conserva el helado en la casa adentro de un congelador.
El helado en polvo no es común para la mayoría de las personas, pero a este producto se le realizaron pruebas rigurosas para conocer si era viable para su venta, además de que se revisó que su tiempo de vida dentro de un anaquel para que en un futuro pueda ser comercializado en el mercado vegano de alimentos.
Antes de realizar este proyecto, Andrea, Sharon y Jazmín tomaron en cuenta el alcance financiero, la estrategia mercadológica, la metodología e hicieron un estudio de mercado. Ya en el concurso, presentaron su producto en idioma inglés explicando que, a diferencia de otros helados, tiene un costo muy rentable.