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Campañas políticas / X: Xóchitl, los trabajos y los días

Continuamos con el recuento de la vida de la candidata reflejado en el libro de Ivonne Melgar

La candidata participó en la Fundación Porvenir.

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Al igual que en los libros de Marcelo y Claudia, ya mencionados la semana pasada, aquí se presenta una segunda parte del de Xóchitl, similar en la extensión dedicada a ambos. Empero, este último tiene una gran diferencia. El texto de Ivonne Melgar es una biografía, un recuento de la vida y trayectoria personal y política de la candidata; no consigna programa electoral ni se refiere a propuestas de la campaña. Las siguientes líneas pretenden abrevar en esa historia.

Nacida de una madre mestiza y un padre indígena, su vida en Tepatepec, Hidalgo, estuvo marcada por la pobreza. Esto significó carencias de todo tipo y un hogar hostil por la presencia de un pater familia golpeador y alcohólico. La confección y venta de gelatinas duró diez años. Un hecho trascendente en medio de ese mundo fue el premio recibido por su aprovechamiento al terminar la primaria: un viaje a México y una gira por la Ciudad Universitaria de aquellos tiempos. Eso transformó todo o fue el principio de esa transformación. Siete años después, con un bagaje de dieces en su trayectoria escolar llega a CU y presenta su examen de admisión en la Facultad de Ingeniería. Como lo expresa, el día más feliz de su vida fue al enterarse que había sido admitida. Su destino había cambiado.

Estudiar en la UNAM significó, necesariamente, trabajar para poder mantenerse. Logró incorporarse como telefonista, para luego emplearse en el INEGI. Obtuvo una beca en el Centro de Cálculo de la Facultad que le sirvió para aprender a programar; en tres trimestres se volvió una experta en lenguajes, bases de datos y sistemas operativos. Al concluir sus estudios en la UNAM toma un curso en Holanda que la conecta con conocimientos y quehaceres relacionados con lo que ya apuntaba a los “edificios inteligentes”. En 1989, y por espacio de cuatro años trabaja con el arquitecto Ramírez Vázquez para habilitar lo que, en 1992, fue el World Trade Center. El arquitecto la lleva a Sevilla en 1992 para la instalación del Pabellón Mexicano en la Feria Mundial. Según relata Ivonne, la intervención de Xóchitl fue decisiva para que la instalación estuviese lista el día que el presidente Salinas concurrió a su inauguración. Todo ese cúmulo de experiencias la indujo a abrir su empresa, High Tech Services, en 1992. Tenía 29 años. Se distinguió rápidamente como profesional exitosa, obteniendo en 1994 y 1995 los reconocimientos de Empresaria del Año y, en el 2000, el Foro de Davos la incluyó en el grupo de los Cien Líderes del Futuro en el Mundo.

El éxito profesional no la hizo olvidar sus orígenes. Como una emanación de Tepatepec, en 1995 crea la Fundación Porvenir, dedicada, principalmente a distribuir “una papilla que saca a los niños indígenas de la desnutrición”. Su obra recibió apoyos de la filantropía nacional, así como de profesionales del Instituto Salvador Zubirán y varios de los empresarios más conocidos de esa época. Esta actividad fue la que llamó la atención a los head hunters que Vicente Fox contrató para integrar su gabinete.

Con enormes reticencias, pero finalmente, Fox pudo vencer su “rejeguez” para formar parte del gobierno. Se incorporó como titular de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, misma que transformó en Comisión Nacional, responsable de gestionar ante las distintas dependencias gubernamentales los apoyos para diez millones de personas. Dos ejemplos de lo conseguido se sitúan en los albergues escolares para 60 mil alumnos de culturas originarias y la creación de once universidades interculturales. Esto fue posible gracias al enorme apoyo dado por el propio presidente. Así, de los 760 millones de pesos que hasta el 2000 tenía el Instituto Nacional Indigenista, se llegó a los 11 mil millones asignados directamente más los 40 mil millones de las distintas secretarías y dependencias.

El salto a la candidatura presidencial es bien conocido pero lo poco divulgado es su relación con Claudia Sheinbaum. Su alianza con los tres alcaldes de Morena discriminados por el gobierno de Mancera fue sólida. Desde la Alcaldía de Hidalgo forjó una fuerte amistad con Claudia. Esta última, junto con Andrés López Beltrán, la invitaron, en agosto de 2017, para que se integrase a Morena. Ivonne incorpora una sorprendente declaración de Xóchitl de julio del año pasado: “No tengo ninguna duda de que la mejor candidata para Morena es Claudia. Es una mujer honesta, entrona, pero sobre todo está preparada para gobernar”. Todo eso ocurrió previamente a lo expresado recíprocamente en los dos debates ya efectuados.
¡O tempora o mores!

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