En el Cincuentenario de la Casa Abierta al Tiempo, recordamos su gestación, realizada en un tiempo récord, y su puesta en marcha que, desde el inicio, la destacó como una institución de gran prestigio
La Universidad Autónoma Metropolitana constituye, seguramente, la hazaña de educación superior del siglo XX en nuestro país. A diferencia de sus hermanas mayores, la UNAM y el Politécnico (una establecida en 1910 y la otra en 1936) no se originó en una fusión de instituciones preexistentes. Su idea, nacimiento y puesta en marcha se gestó en dieciocho meses, un récord por dondequiera que se le vea. Además, echa a andar con una especie de mayoría de edad: personal académico de enorme prestigio, instalaciones ad hoc que vino a estrenar e infraestructura muy avanzada para los tiempos que corrían. Todo esto supuso un financiamiento creciente y condiciones laborales que resultaban envidiables en el contexto de la época. La motivación principal para su creación provino de dos causas principales: la necesidad de satisfacer la demanda de educación superior en el área metropolitana de CdMx y la oportunidad para que fuese una institución innovadora y que pudiese transformarse permanentemente.
Carlos Pallán
Ex rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (Unidad Azcapotzalco), Ex secretario General Ejecutivo de la Anuies.
