En medio de severas críticas a la política educativa, a la de salud, a la de seguridad, y a la de ciencia, el sistema nacional de educación superior sigue moviéndose y su movimiento hace percibir que no hay control de la dirección que sigue. Intervienen en el descontrol la incertidumbre, la carestía, la austeridad y la inseguridad, que junto con la pandemia, han tenido efectos notables sobre el devenir de la sociedad, las instituciones académicas públicas y quienes las habitan.
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