El caso de Eva Victor es de esos que marcan una ruta para cineastas o creadores: de ser un fenómeno viral en Twitter a escribir, dirigir y protagonizar uno de los mejores melodramas de los últimos tiempos.
Tras su éxito en el Festival de Sundance de este año, Lo siento, cariño (Sorry, Baby) llega a México bajo el sello de Cine Caníbal. Victor interpreta a Agnes, una joven profesora que vive sola en la misma casa que habitaba cuando era alumna de posgrado en la misma universidad donde ahora trabaja. Estancada literalmente en el mismo lugar, la vida a su alrededor se ha movido. Pero ella permanece estática.
La visita de su mejor amiga Lydie (Naomi Ackie) reaviva algo en ella. Se trata quizás del embarazo que llega a contarle en persona, o de las amistades y la vida que se ha perdido, pero esto genera una profunda introspección en Agnes.
Entendemos pronto que, durante la universidad, tuvo una experiencia traumática con un profesor al que admiraba y que, inadvertidamente, puso freno a su vida y a su carrera. Agnes no sólo era la favorita del profesor, sino una escritora con un brillante futuro. Años después, sigue sin procesar al cien lo ocurrido, sin querer culpar al victimario (como ocurre más de lo que queremos pensar) y reviviendo en su mente aquella noche.
Pero Agnes tiene talento, voz y gente que la ama. Poco a poco, ella sola, comienza a salir de ese duelo. A reencontrarse, a perder el miedo. Hay culpa y remordimiento y dolor. Todos obstáculos entre ella y lo que quiere ser.
Con una destreza notable y sobre todo con originalidad, Victor compone una película orgánica, sin momentos forzados, sin grandes revelaciones o epifanías, sino triunfos pequeños que se tejen en la cotidianidad. Agnes encuentra la alegría en sus amistades, en su trabajo y en un gato que aparece al azar.
Lo siento, cariño se siente como una serie de viñetas con una temática que las une y desentraña. Desde el guión, que no sigue una estructura convencional, sino que se compone de retazos que forjan la imagen final, es la película de una artista que sabe exactamente lo que quiere hacer y no se ata a nada para ello.
Llena de belleza, dolor, redención y una dolorosa comedia anclada en la feminidad, Lo siento, cariño es un triunfo del espíritu. Un antídoto contra la posmodernidad, los convencionalismos y el cine que se olvida después de la cena.

Salvador Medina
- Salvador Medina
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