El viernes pasado tuvo lugar la última sesión del XIX curso interinstitucional que cada año ofrece el Programa Universitario de Estudios sobre la Educación Superior de la UNAM. En esta oportunidad, el programa llevó por título “Tendencias y tensiones en la educación superior” y consistió en dieciséis sesiones semanales, cada una de tres horas de duración, en que se presentaron y discutieron temas de actualidad en el ámbito universitario.
El curso inició actividades en 2007, al inicio con carácter exclusivamente presencial en las instalaciones del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM. En sus primeras ediciones consistía en la presentación de una conferencia académica, a cargo de algún especialista en el tema del programa, y en una dinámica de preguntas y respuestas con interacción del público participante cuyo promedio constaba de unos ochenta inscritos, aproximadamente. Desde un inicio se identificó como posible público a estudiantes de posgrado, profesores y funcionarios interesados en la temática propuesta.
En aquella versión, la publicidad del curso indicaba: “El Seminario de Educación Superior de la Universidad Nacional Autónoma de México anuncia la primera edición de su curso anual sobre la educación superior en el mundo de hoy. Con el propósito de brindar a los interesados un contexto y un panorama general sobre la problemática, tendencias y procesos de cambio en que están inmersas las instituciones de educación del país, el SES-UNAM abre un espacio formativo mediante la presentación de un conjunto de debates que reflexionan sobre la definición del rumbo del sistema de educación superior en México y el mundo”. Aquel primer curso llevaba el largo título de “La educación superior al inicio del siglo XXI: el debate contemporáneo sobre su problemática, tendencias y procesos de cambio”.
El curso de 2007 contó con la participación de Carlos Alberto Torres, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), como conferencista inaugural, así como con varios distinguidos académicos encargados de las sesiones temáticas, entre ellos Sheila Slaughter (Universidad de Georgia); Eduardo Ibarra Colado (UAM Cuajimalpa); Sylvie Didou (DIE-Cinvestav); Marcela Mollis (Universidad de Buenos Aires); Romualdo López Zárate (UAM Azcapotzalco); Adrián Acosta (Universidad de Guadalajara); Néstor García Canclini (UAM Iztapalapa) y Rossana Reguillo (Iteso Guadalajara). También participaron como docentes las personas que entonces integraban el Seminario de Educación Superior de la UNAM.
El curso fue ganando audiencia y desde su quinta edición, en 2011, combinó la presencialidad, de conferencista e inscritos, con un sistema de webcast que posibilitaba la transmisión por videoconferencias de las sesiones. Lejos aún estábamos de las posibilidades abiertas por las plataformas para webinars del tipo Zoom, Cisco Webex o Microsoft Teams que se popularizaron en la época de la pandemia. Sin embargo, tras repetidos intentos de ensayo/error/solución, y con el apoyo de un magnífico equipo técnico operativo, conseguimos producir sesiones a distancia razonablemente confiables. Quedaba, sin embargo, un problema por resolver: la coordinación del público en la opción a distancia.
La solución que encontramos, y que ha dado muy buenos resultados, es la integración de “sedes asociadas”, que consisten en grupos de estudiantes bajo la responsabilidad de un coordinador académico, generalmente un docente de las instituciones a las que corresponden dichas sedes. Las primeras se instalaron, en 2013, en la BUAP (Puebla), la Universidad Autónoma del Estado de México, la ESCA-IPN (Ciudad de México) y la FES-Aragón de la UNAM. En cada sede se organiza un grupo de estudiantes con un profesor responsable que se encarga de coordinar sus actividades y de hacer llegar a los conferencistas las preguntas propuestas por los alumnos participantes.
A partir de la edición 2020 del programa, se tomó la opción de convertir todo el curso interinstitucional en el formato de educación a distancia. Ello posibilitó incrementar notablemente el número de sedes asociadas y, consiguientemente, el de inscritos en el programa. En su más reciente edición, la decimonovena, se contó con la participación de veinticuatro sedes asociadas en los estados de Puebla, Tamaulipas, Ciudad de México, Baja California, Estado de México, Morelos, Nayarit, Tlaxcala, Aguascalientes, Yucatán, Guanajuato, Durango y Veracruz, así como en dos sedes de Colombia y una más en Bolivia. La inscripción de estudiantes superó la cifra de ochocientos participantes, de los cuales, estimamos, más de seiscientos podrán acreditar el requisito de asistencia.
En la actualidad, el curso ofrece tres formas de certificación: asistencia, que implica una demostrada presencia virtual en al menos el ochenta por ciento de las sesiones; acreditación, que además de la constancia de asistencia implica la aprobación (a cargo de un comité de evaluación) de un ensayo final sobre la temática del programa; diplomado, que se otorga a quienes hayan aprobado dos ediciones del curso, con una equivalencia en créditos por 120 horas y con la denominación de Diplomado de actualización en Educación Superior Contemporánea. Además, los encargados de las sedes asociadas reciben una constancia por su participación en la coordinación operativa del programa.
El próximo año celebraremos la vigésima edición de esta iniciativa docente, nos proponemos diseñar un programa que sea de interés y que resuelva los retos pedagógicos que hemos podido identificar a lo largo de su trayectoria. Para ello, entre otras medidas, organizaremos una reunión presencial con todos los coordinadores de sedes para recoger sus opiniones y propuestas. Además, tenemos previsto integrar una memoria general que reporte las dos décadas de su operación ininterrumpida.
