Se cumplen 25 años de la Licenciatura en Artes de la Unison

Este programa ha propiciado el cambio en la creación artística en todas sus vertientes

El programa se instituyó en la gestión del rector Jorge Luis Ibarra Mendívil.

Antes de agosto de 1997, en la Universidad de Sonora, la enseñanza del arte se daba solamente a través de los talleres libres; ahí, reconocidos maestros, como Emiliana de Zubeldía, Martha Bracho y Alberto Estrella, impartían sus clases de música, danza y teatro, en distintos espacios del edificio de Museo y Biblioteca.

“Desde el 54, habíamos trabajado a manera de talleres libres, y la maestra Martha Bracho estaba dando clases en un salón lleno de pilares; yo no sé cómo la maestra veía a sus alumnas si estaban sacándole la vuelta a los pilares, no había un espacio como tenemos en la actualidad (…) La maestra Bracho atendía a más de cien alumnos, no sé cómo le hacía; el maestro Estrella igual en teatro, fue hasta después de diez años de fundada la escuela que el maestro comenzó a tener ayuda de los exalumnos”, recordó el académico Oscar Carrizosa, uno de los fundadores de la Licenciatura en Artes.

Fue hasta el año citado cuando, en la gestión del rector Jorge Luis Ibarra Mendívil, se instituyó la licenciatura, de la mano de fundadores como Beatriz Juvera, Adriana Castaños, Jorge Ortiz y el propio Carrizosa Hernández, entre otros. Así nació una nueva etapa para la creación y ejecución artística en la región, teniendo como sede el Centro de las Artes.

Para Oscar Carrizosa, en este tiempo se ha hecho una gran aportación, tanto en música, plásticas, como en danza y teatro.

“El nivel artístico sí ha crecido, hay egresados profesionales trabajando en el cine, en el teatro, en grupos de danza y muchos de los cantantes han cantado inclusive en La Scala de Milán, que es el más alto teatro donde pueden presentarse” señalo el académico.

Impulso a la plástica
En una primera etapa, la licenciatura tenía cuatro opciones de especialización: plástica, música, teatro y danza; para el 2008, se modificó el programa y se crearon tres licenciaturas: Artes Plásticas, Música y Artes Escénicas, como indicó Hugo Darío Ruiz Rosas, coordinador de programa de la Licenciatura en Artes Plásticas y egresado del mismo.

Comentó que, en artes plásticas, después de la primera y segunda generación empezó a registrarse producción artística y hubo presencia ya de universitarios egresados de la licenciatura.

“Ahora, si echas un vistazo a la lista de artistas, creadores, o artistas con trayectoria, vas a ver un gran número de egresados que siguen produciendo y creando con mucha actividad en lo local, estatal y nacional”, destaco.

Creación y comunicación
Por su parte, la coordinadora de la Licenciatura en Artes Escénicas, Luz Abigail Núñez Borbón, egresada, además, de la primera generación, calificó el programa como un semillero que empezó a florecer y se tradujo en nuevos recintos para la presentación de obra artística.

“Estos 25 años se traducen en muchísimos cambios y muchísimo trabajo, no sólo desde la planta docente y todo lo que se ha tenido que impulsar desde los fundadores, sino que los artistas han ido generando otras formas de propulsar también la educación artística, desde la licenciatura y la vinculación con los grupos artísticos que han surgido a través del tiempo”, señaló.

Para Adriana Castaños Celaya, presidenta de la Academia de Danza y también iniciadora de la licenciatura, la Universidad de Sonora tiene un papel muy importante en el crecimiento del quehacer artístico en el estado, que se ha desarrollado y diversificado en las últimas dos décadas.

“En los últimos 20 años las licenciaturas artísticas de la Unison han coadyuvado a esto de manera sustancial. Basta con ver la configuración de los grupos, de los espacios independientes, de la gestión cultural, de la educación en y a través del arte, en todos esos ámbitos nos vamos a encontrar con egresados trabajando”, consideró.

Indicó que, desde el inicio del programa de danza, una de sus fortalezas ha sido la relevancia que tiene la producción-creación escénica en la formación del intérprete coreográfico, un binomio que conecta con el corazón de la actividad artística: la creación y la comunicación.

Llega la profesionalización en la música
Para German Mendoza Cota, presidente de la Academia de Música, la aportación de la Universidad de Sonora hacia la formación musical con el programa de Licenciatura en Música, ha sido la de ofrecer la oportunidad de profesionalizar la experiencia musical de jóvenes que ya tenían conocimientos previos en algunos casos, y en otros iniciarse en el estudio profesional de la música.

“Por muchos años, la música se practicaba de manera ´amateur´, por decirlo de alguna manera, no profesional y – por lo tanto- no académica. Claro, hubo la excepción con la presencia de la maestra Emiliana de Zubeldía quien enseñó música a buen nivel y por muchos años. Sin embargo, no tuvimos nunca una licenciatura para estudios formales de música sino hasta 1997, año en que se consolidó un programa en que participaron varios docentes que ya daban clases en los talleres de música”, destacó.

Los grandes retos
Han transcurrido ya 25 años desde el inicio de la Licenciatura en Artes de la Universidad de Sonora. Ha habido, coinciden los entrevistados, bastantes logros, pero también hay cosas todavía por hacer.

Para Oscar Carrizosa Hernández, entre los retos a futuro están cambiar la mentalidad de las personas que consideran que el arte no es una profesión y lograr un mayor apoyo por parte del gobierno, en cuanto a la difusión del trabajo artístico que se realiza en la máxima casa de estudios de Sonora.

Por otro lado, German Mendoza consideró que el proyecto no se ha terminado y entre los pendientes está el crecimiento del programa en la enseñanza de otros instrumentos musicales, como violín, viola, chelo, contrabajo, flauta transversa, clarinete, el área de musicología y varios más.

“No es una tarea fácil crecer y abarcar otras áreas instrumentales, pero lo estamos afrontando, haciendo estudios de espacio, personal docente, mobiliario, cubículos, y esperamos que no pase mucho tiempo sin que podamos ofrecer una respuesta a estas demandas de la sociedad”, reiteró.

En Artes Escénicas, Abigail Núñez manifestó que el abanico de posibilidades en el mercado laboral para los egresados es muy amplio; actualmente, se desempeñan en docencia, gestión, dirección escénica y se enfrentan también a la tecnología. Así, uno de los retos es lograr egresados que pueden ser funcionales dentro y fuera del gremio.

Coincidió con ella, Darío Ruiz, quien argumentó que se debe preparar un plan de estudios con una visión más a futuro para las artes plásticas aplicadas al mundo contemporáneo.

Para Adriana Castaños, en la danza, uno de los desafíos es la investigación.

“Esto es relevante no sólo por el hecho de hacer muchas danzas y presentarlas muchas veces, sino porque el énfasis de la creación se centra en la investigación escénica, es decir, en los procesos experienciales, técnicos y teóricos que intervienen para realizar una corografía, es aquí donde se genera conocimiento y comprensión del campo de la danza. Estos procesos no son tangibles en la obra terminada, pero tienen que ser visibilizados y difundidos, como investigaciones que son, en la academia y en el campo mismo de la danza”, apuntó la académica.

Desde 1997 hasta ahora, el arte, la creación artística en Sonora ha ido transformándose y, en gran medida, las licenciaturas en Artes, en todas sus vertientes, han propiciado este cambio.

Paula Trespalacios Argain

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