La educación superior mexicana ha experimentado profundas transformaciones en los casi 70 años transcurridos desde 1950. Una de ellas es la expansión de la matrícula, que multiplicó su tamaño original por más de 140 veces en ese lapso. Este proceso de masificación podría seguir su curso en los próximos años, aunque ahora mucho más rápidamente, en buena medida debido, entre otros factores, a condiciones demográficas cada vez más propicias y al impulso que les darían los eventuales mandatos de obligatoriedad y gratuidad de la educación superior, contenidos en la iniciativa de reforma a los artículos 3°, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos. Como se sabe, esta iniciativa podría ser aprobada por ambas cámaras del Congreso de la Unión en fecha próxima.