Analizan niveles de los lixiviados, líquidos densos resultado de la desomposición de materia orgánica.

La disposición inadecuada de la basura puede generar una serie de riesgos ambientales, incluyendo la contaminación del agua, del suelo y del aire, por lo que la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), a través del Instituto Interamericano de Tecnología y Ciencias del Agua (IITCA), monitorea los rellenos sanitarios, como el ubicado en el municipio de San Antonio La Isla, para identificar los lixiviados, es decir los líquidos resultantes de la fermentación y descomposición de la materia orgánica.
Debido a que el agua es un recurso esencial para la vida y su contaminación representa una amenaza directa para la salud pública y de otras especies, el equipo de personas investigadoras, en colaboración con estudiantes de posgrado en Ciencias del Agua y Ciencias Ambientales, revisa el impacto ambiental de la filtración de esas sustancias en los cuerpos de agua o campos de cultivo.
Estos lixiviados contienen una amplia gama de compuestos, incluidos los de tipo orgánicos volátiles y metales pesados como el mercurio, el plomo y el arsénico. La composición de los lixiviados varía con el tiempo, y su impacto en el medio ambiente es significativo, por lo que uno de los principales desafíos es evitar que los residuos lleguen a sitios no controlados, como tiraderos a cielo abierto.
Al respecto, la profesora e investigadora de la UAEMéx, Ivonne Linares Hernández, señaló la necesidad de mejorar la cultura ambiental desde la infancia, enseñando a la niñez la importancia de separar la basura y cuidar el medio ambiente.
En el caso del relleno sanitario de San Antonio La Isla, ubicado en el Estado de México, recibe diariamente un promedio de 750 toneladas de residuos sólidos urbanos bajo un estricto control sobre materiales y sustancias peligrosas.
El gerente del Relleno Sanitario de Red Ambiental en San Antonio La Isla, Alfonso Mora Benítez, explicó que se realiza una separación informal de materiales reciclables como PET, plástico y cartón. Luego, se procede a la disposición, compactación y cobertura de los residuos, aunado a una red de cárcamos de lixiviados para recoger y recircular los fluidos, minimizando así los impactos ambientales.
El trabajo realizado por el equipo del IITCA de la UAEMéx es un ejemplo de ciencia aplicada para preservar el medio ambiente y la salud pública. Además del monitoreo de rellenos sanitarios, se realizan investigaciones en calidad del agua, desde el tratamiento de aguas residuales hasta el uso de energía solar para este tipo de procedimientos.
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