La vida después del covid-19

Repensarnos como mundo, como sociedad, como personas...

Con motivo de la grave crisis sanitaria global del covid-19, en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México convocamos de urgencia a una serie de destacadas personalidades científicas, intelectuales y literarias a responder la siguiente pregunta dual: “¿Cómo juzga que cambiará el mundo después de la pandemia del covid-19, y qué se necesita para enfrentar situaciones tan graves y extremas en un mundo globalizado cuyos problemas compartimos todos?”. El resultado de esta convocatoria es un número especial de IBERO, Revista de la Universidad Iberoamericana, de carácter multidisciplinario, que ofrece un panorama reflexivo y crítico de primer orden. El número de la revista IBERO es el 68, correspondiente al bimestre junio-julio de 2020, pero que, por motivos obvios, ha comenzado a circular en internet desde fines de abril. He aquí, a manera de aforismos, algunas citas de los artículos de los colaboradores para invitar a los lectores a consultar y a leer la revista completa en el sitio: http://www.iberro.mx/revistaibero/

Enfermedad y desigualdad social

El coronavirus no vino sobre el mundo como en una tabula rasa afectándonos por igual a todos y a todas. Al contrario, el coronavirus llegó después de un modelo económico y político de más de treinta años que ha generado una gran desigualdad social y económica en el mundo, que ha aumentado la pobreza, que ha deteriorado los sistemas de seguridad social, los sistemas de salud, los sistemas de educación; que ha privatizado servicios básicos, que ha generado empleos precarios, que ha aumentado la informalidad y ha incrementado la migración del sur al norte. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

La banalidad del mal

Cuando lo mismo Bolsonaro que Trump o que López Obrador han negado la importancia letal del virus, teniendo todas las evidencias enfrente, han aumentado el riesgo de la población y al hacerlo han ejercido la banalidad del mal. Con el agravante narcisista de enunciar que todo aquel que señalara su error en realidad es enemigo político suyo, enemigo de su poder. Alberto Ruy Sánchez.

Una modernidad mal entendida

Llegan naves espaciales a otros planetas, pero no los servicios de salud a los más vulnerables. Y no sólo en los países subdesarrollados. También, y como lo hemos visto, en aquellos que suelen presumir su pertenencia al primer mundo, con los niveles de ingresos elevados, mayor calidad de vida, pero inmersos en una modernidad mal entendida. Iván Restrepo.

Un mensaje contundente

La naturaleza nos envió un mensaje contundente de que somos seres vulnerables que enfrentamos riesgos sanitarios, ambientales, sociales, económicos, culturales, políticos y de seguridad. Lo más importante por el momento es que logramos remontar el riesgo de que el miedo y la inseguridad nos lleven a aceptar limitaciones a nuestras libertades y a nuestros derechos mediante la instauración de regímenes autocráticos y autoritarios. Clara Jusidman.

La clase políticaha perdido el norte

Si algo ha puesto en evidencia la clase política en estos tiempos (y no hablo de partidos políticos en concreto, ni de países específicos, sino en general), es que ha perdido el norte, se ha olvidado de la esencia de la política, y ha preferido vivir en un spot permanente que se limita a explotar las emociones de la gente, pero sin ofrecer verdaderas soluciones a los problemas. Helena Varela Guinot.

Los políticos no están a la altura del reto

Hoy hay disfuncionalidad y no sólo es ante el covid-19. Lo vemos en temas de paz, seguridad y cambio climático. La relación entre los grandes poderes nunca había sido tan disfuncional. Según António Guterres, el Consejo de Seguridad de la ONU está paralizado y la cooperación internacional se encuentra en el punto más bajo. Los riesgos de enfrentar el mundo globalizado de hoy y mañana son enormes si no hay voluntad política global para afrontarlos. La clase política de hoy no está a la altura del reto que enfrentamos. Jacobo Dayán.

El futuro ya no tiene futuro

El mundo que experimentaremos después de la pandemia no habrá cambiado tanto por ella como por las condiciones críticas que la precedieron. Casi nada sabemos del clima que está surgiendo tras el colapso climático. Menos aún sabemos qué quedará de las instituciones tras el colapso sociopolítico. La pandemia sólo acentuó los desafíos de la encrucijada a la que ya habíamos llegado. Desde hace unos años Giorgio Agamben nos había advertido que el futuro ya no tiene futuro. Se lo robaron. El poder financiero habría secuestrado “toda la fe y todo el futuro, todo el tiempo y todas las esperanzas”. Gustavo Esteva.

Un problema que incluyecientos de factores

Es imposible predecir cual será el futuro del mundo después de la pandemia del covid-19 porque es un problema complejo que incluye cientos de factores: políticos, sociales, económicos y de salud. Ejemplos de las cuestiones que pueden suceder son: 1) que se consoliden los regímenes totalitarios y populistas, afectando a las aspiraciones democráticas; 2) la pérdida de negocios pequeños (esto favorecerá a los grandes capitales y al comercio en línea) y 3) que aumente la delincuencia, en gran parte por desesperación. Julieta Fierro.

Eliminar el pensamiento mágico

Alguna vez pedí, parafraseando a Alfonso Reyes que pidió el latín para las izquierdas, la estadística para las izquierdas. Ahora creo que me quedé corto: tenemos que pedir la ciencia para las izquierdas. Aparte de eliminar el pensamiento mágico (como el asociado a las estampitas del Sagrado Corazón de Jesús como defensoras contra el virus), y dejar de pensar que somos especiales y no puede afectarnos el virus. Julio Boltvinik.

La deshumanización sigue cabalgando

Organismos internacionales, como la ONU o la OMS, han menguado por igual en su fuerza articuladora y en su capacidad de convocatoria: la intolerancia, el racismo, la desigualdad, la guerra, la enfermedad, la deshumanización misma, siguen cabalgando apocalípticamente, si no en todas las praderas, sí en muchas latitudes. Por eso, de preguntarnos qué sigue o cómo cambiará nuestra realidad una vez que domeñemos tal padecimiento, tendríamos que plantearnos también en qué y cómo deberíamos cambiar cada uno de nosotros. Alejandro Ordorica Saavedra.

Los líderes han perdido el sentido del dolor humano

En estos días de pandemia del covid-19 vemos expresiones de líderes (políticos, religiosos, sociales) quienes, independientemente de su ideología, han perdido el sentido del dolor humano que está frente a ellos, y actúan desde intereses tan pasajeros o particulares que sus palabras se van desvaneciendo junto con su legitimidad conforme la pandemia avanza. Mauricio López Oropeza.

Se ha estado envenenando a la humanidad

En México la muerte por el covid-19 está alcanzando incluso a personas de entre 40 y 59 años debido a sus malas condiciones de salud. Éste es un caso —el de la proliferación de comida chatarra— en el que los gobiernos y los medios de comunicación masiva, asociados con los empresarios de las grandes corporaciones, han estado envenenando a la humanidad a ciencia y paciencia. Y lo hemos permitido. Cristina Barros.

Reorganizar la convivencia humana

Reorganizar la convivencia humana, la que nos forma y de la que formamos parte; abandonar los procesos engañosos del neoliberalismo y sustituirlos con otros. La competencia no es el proceso social más importante para el que debemos preparar a las nuevas generaciones; el proceso social fundamental debe ser la cooperación, no la lucha o el enfrentamiento. Bernardo Bátiz Vázquez.

Reflexionar para qué servimos

No creo que debamos rezar todo el día (además los templos están cerrados), pero sí sería bueno reflexionar en quiénes somos y de dónde venimos. Y para qué servimos. Elena Poniatowska.

No conocemos aún las consecuencias

En comparación con otros países, hasta ahora en México se mantiene relativamente bajo el número de casos y de fallecidos. Pero la situación será más volátil si no son observadas las indicaciones de las autoridades del gobierno, cuyas medidas no fueron claras desde el principio y cuyas consecuencias no conocemos todavía. Agustín Gutiérrez Canet.

El poder y los poderosos siempre seguirán en lo suyo

Si me preguntaran qué hay que hacer para enfrentar situaciones como ésta en un mundo globalizado, les respondería que nada. Porque las cosas serán como puedan ser. Y porque, de todos modos, el poder y los poderosos siempre seguirán en lo suyo, queriéndonos convencer de que hay esperanza y de que ellos son esa esperanza. Sara Sefchovich.

Sobre la firma
Fabulaciones | Web

* Fue poeta y es ensayista, editor, divulgador y promotor de la lectura. Sus libros más recientes son Por una universidad lectora y otras lecturas sobre la lectura en la escuela (Laberinto, cuarta edición definitiva, 2021), Escribir y leer en la universidad (Anuies, 2019), La prodigiosa vida del libro en papel: Leer y escribir en la modernidad digital (Cal y Arena/UNAM, 2020), ¡No valga la redundancia!: Pleonasmos, redundancias, sinsentidos, anfibologías y ultracorrecciones que decimos y escribimos en español (Océano, 2021) y El vicio de leer: Contra el fanatismo moralista y en defensa del placer del conocimiento (Laberinto, 2021; segunda edición, 2022) y Más malas lenguas (Océano, 2023). En 2019 recibió el Reconocimiento Universitario de Fomento a la Lectura, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

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