El IPN: 85 Años

La institución líder en educación tecnológica del país se prepara transitar la tercera década de este siglo XXI

1 La fundación del Instituto Politécnico Nacional, en 1936, se inscribe entre las hazañas del México educativo. El 21 de mayo es la fecha reconocida como acta de nacimiento de la institución, aunque en rigor no sea así. Las más remotas raíces del Instituto se remontan a mediados del siglo XIX y, particularmente, a la Ley de Instrucción Pública del Distrito Federal, expedida simbólicamente a unos cuantos días de que el presidente Juárez entrase de nuevo a la Ciudad de México, restaurando la República, en julio de 1867. Como un símbolo de los nuevos tiempos, la Ley anunciaba la creación de nuevos establecimientos educativos pero también la actualización e integración de varios de los ya existentes.

2 El origen más reciente del IPN se localiza en 1932, cuando el departamento de enseñanza técnica, a cargo de Luis Enrique Erro, presenta la Memoria relativa que guarda el ramo de educación pública, dentro de una SEP que estaba a cargo de Narciso Bassols. Allí, Erro afirmaba que “la enseñanza técnica es la que tiene por objeto adiestrar al hombre en el manejo inteligente de los recursos técnicos y materiales que la humanidad ha acumulado para transformar el medio físico y adaptarlos a las necesidades humanas”.

Eran los tiempos de un gran debate sobre el sentido que, en general, debía tener la educación pública, pero también del rumbo que debían adoptar los gobiernos emanados de la todavía joven Revolución. A partir de la Memoria, los acontecimientos se suceden rápidamente: a) se elabora el Plan Sexenal, en 1933, con un doble propósito: lanzar la candidatura de Lázaro Cárdenas para la presidencia de la República y conformar un programa de gobierno dentro del cual el ramo educativo tendría una nueva orientación, sobresaliendo el impulso a la educación técnica; b) en diciembre de 1934 se reforma radicalmente el Artículo 3º constitucional implantándose la llamada educación socialista. Esta reforma estaba en consonancia con el Plan; c) el presidente Cárdenas hace referencia en su primer y segundo informes de gobierno a la nueva institución. En el primero, septiembre de 1935, afirmaba: “la Secretaría de Educación Pública está por terminar durante el presente año, con el propósito de que funcione el próximo, el estudio que organiza el establecimiento de la Escuela Politécnica, cumplimentándose así el Plan Sexenal en lo relativo a que debe darse preferencia a las enseñanzas técnicas . . .”; d) el Presupuesto de Egresos de la Federación incluyó, para 1936, recursos para la creación de las plazas que fueran necesarias para echar a andar a la nueva institución; e) como lo destaca Enrique León López, el primer documento que alude oficialmente al IPN es el acuerdo del Presidente Cárdenas del 21 de septiembre de 1938, dirigido a la SEP en torno al Consejo Técnico de la Escuela Politécnica y las orientaciones con las cuales se regiría la vida institucional; f) estas orientaciones  fueron, sintéticamente: preparar a los estudiantes para contribuir al bienestar y progreso de la comunidad mexicana, hacerlos partícipes de la responsabilidad que debe realizarse desde la escuela, así como de la orientación socialista que debía prevalecer en todos los grados de enseñanza.

3 La nueva institución, al igual que la UNAM en 1910 nacía a partir de la integración de instituciones ya existentes: 35, siendo cinco de ellas las que ofrecían estudios superiores, contando con una matrícula inicial de 18,253 (Monteon, s.f.)1. El organizador de la puesta en marcha de la nueva institución fue Juan de Dios Bátiz desde el departamento de enseñanza técnica. No ocupó la dirección del IPN, correspondiéndole tal cometido y distinción al ingeniero Roberto Medellín Ostos, en 1937. Dato significativo o insólito (por ahora): Cinco años atrás, Medellín había ocupado la rectoría de la Universidad Nacional.

Los orígenes del IPN en el siglo XX fueron precisados en 2012, durante una entrevista efectuada por el suscrito al ingeniero Eugenio Méndez Docurro, en el Canal Once. Su carácter de egresado de la ESIME y años después director general (1959-1963), y el haber sido el primer director nombrado para un segundo periodo lo calificaban sobradamente para remitirnos a esa historia. En esa entrevista se refirió a su discurso conmemorativo, en calidad de director,  de los 25 años del IPN, en 1961. Allí, recordando dicho texto, precisaba el carácter de obra colectiva que es el IPN en los siguientes términ os: “grato es para nosotros, además de justo, evocar en este acto la decisión precursora de Venustiano Carranza, la pasión de José Vasconcelos, el dinámico impulso de Narciso Bassols, el esclarecido pensamiento de ese  mexicano ilustre que fue Luis Enrique Erro, la precisión estudiosa de Carlos Vallejo Márquez, el levantado patriotismo y la visión señera del Lázaro Cárdenas, el interés y dedicación de Gonzalo Vázquez Vela, el cariño y la decisión de Juan de Dios Bátiz, el ejemplo de tenacidad de Luis y Wilfrido Massieu, de Miguel Bernard, de Ernesto Flores Baca y la voluntad de una pléyade de distinguidos mexicanos por construir una gran casa de estudios para nuestro pueblo”.

En esa entrevista, con cierto rubor, Don Eugenio rememoraba: “pero me faltó mencionar a uno muy importante: el ministro de Instrucción Pública de Venustiano Carranza, el ingeniero Topógrafo Félix F. Palavicini, promotor de la educación técnica desde antes de la Revolución”. Con ello se refería al hecho de que, en los últimos años del Porfiriato, Palavicini fue comisionado por Justo Sierra, ministro de educación, para “indagar” el funcionamiento de las escuelas técnicas. Fue así que concurrió al Instituto Tecnológico de Massachusetts en Estados Unidos y a diversas instituciones en Alemania, Suiza y Francia para indagar sobre tal tipo de estudios, teniendo un fruto concreto de allí emanado: en 1915, Carranza desaparece la Escuela Nacional de Artes y Oficios, creando la Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas, el origen del actual ESIME.

4 Al cumplirse 85 años de vida institucional, el IPN se distingue por tres características básicas: a) su liderazgo en la educación tecnológica del país; b) su amplio reconocimiento público; c) la calidad de sus servicios en materia de formación de recursos humanos en distintos campos disciplinarios, así como en la generación de nuevos conocimientos y en la innovación. Algunos datos distintivos que lo definen son los siguientes:

  • Actualmente cuenta con una matrícula de un cuarto de millón de estudiantes distribuidos en sus tres niveles. En el último ciclo escolar recibió a 67 mil aspirantes. Del total de su matrícula, beca a 116 mil de ellos.
  • Imparte 500 programas de estudios, de los cuales el 80 por ciento son considerados por organismos externos de evaluación con el carácter de “programas de calidad”. A su vez, estos últimos albergan a un 90 por ciento de la matrícula total del Instituto
  • Año con año ha venido creciendo y diversificándose por el país. Siete nuevas unidades se establecieron en cuatro entidades federativas en los últimos dos años, llegando sus servicios ya a 35 localidades en 24 estados.
  • De acuerdo con el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial, el IPN ocupa el tercer lugar en el registro de patentes del país.

En fin… con un presupuesto que se aproxima a los 20 mil millones de pesos, y con un nuevo director general que ha erigido la internacionalización a un primer plano, el IPN está listo, no exento de problemas, a transitar la tercera década de este siglo XXI.

Pilón Uno:  No obstante su importancia, por primera vez en muchos años no hubo una conmemoración pública del aniversario. En varias de las redes sociales politécnicas se lamentó el hecho o se interpusieron quejas.

Pilón Dos: Para este jueves 27, a las cinco de la tarde, vía Facebook y
Zoom (con libre acceso) la UNAM y la SEP convocan al Coloquio “Impacto de la Pobreza en la Educación en México”. Se contará con intervenciones de Alejandro Vega, Mario Luis Fuentes, Rosa María Ruvalcaba, David Martínez y Gabriela Delgado.

  1. Referencia Monteon (s.f.). El Instituto Politécnico Nacional: Proyecto Educativo Revolucionario del Cardenismo. Resumen de la investigación sobre la historia del Politécnico realizada en el Proyecto de Estudios Sociales, Tecnológicos y Científicos del Instituto Politécnico Nacional (PESTyC IPN).
Sobre la firma
Ex secretario general ejecutivo de la Anuies | capafi2@ hotmail.com | Web

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